Gracias a la internet y diferentes aplicaciones movibles, cada vez se hace más fácil adquirir un producto incluso si su punto de venta se encuentra en una ciudad o país diferente a donde reside su comprador, pero ¿qué sucede cuando se pierde el control frente a las compras diarias que se realizan y en qué momento se convierte esto en una patología?
Para RECAL, la Clínica de Tratamiento de Adicciones, salir de compras no representa un problema y en muchas ocasiones esta actividad se emplea para satisfacer necesidades básicas y vitales “sin embargo, a muchas personas les resulta difícil resistir el impulso de comprar cosas, aunque no las necesiten, de esta forma, la adicción a las compras hace referencia al impulso incontrolable de comprar.”
Para ahondar en el tema, Mónica Pérez, psicóloga, explica frente a esta patología que “El diagnóstico para una persona que compre compulsivamente se llama trastorno de compra compulsiva, es uno de los apartados que trae el trastorno obsesivo compulsivo, con algunos comportamientos compulsivos y maniacos, el tipo de comportamiento como tal es comprar excesivamente, sin planificación, adquirir objetos que no necesitan, no importa el tipo de producto simplemente es un impulso que los hace comprar independientemente de tener o no la capacidad económica.
Del mismo modo, en un informe del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas, se pudo evidenciar que durante el confinamiento ocasionado por la COVID- 19, se dispararon las ventas online “en la vuelta a la nueva normalidad bastaba con ver la gran cantidad de personas que hacían colas en tiendas de ropa, complementos y centros comerciales lanzándose a todo tipo de compras como si no hubiera un mañana o no se tuvieran prendas con las que vestirse u otros artículos”, Confirmándose ese fenómeno en el territorio colombiano, ya que según la Revista Dinero en el país, el 21% de sus habitantes hace más compras por internet que antes y el 44% destaca que la experiencia de compra ‘online’ es muy satisfactoria en términos de rapidez, facilidad y navegabilidad.
Mayerly Rueda Lindado narró para Plataforma Digital lo que es su experiencia frente a la problemática de compras compulsivas que padece su madre, Sonia Lindado Marquez, quién desde hace diez años comenzó a realizar compras innecesarias en altas cantidades, hasta el punto de endeudarse con prestamistas para poder seguir comprando “ todo cambió desde que mi madre comenzó a pedir prestado, ella si ve algo lo compra, no importa si sirve para la casa o no, todo lo compra y vuelve y pide prestado, así le quede debiendo a un prestamista ella vuelve y le pide prestado a un prestamista diferente para quedar bien con el anterior”.
De esta forma, la realidad familiar de Rueda cambió a tal punto te convertirse en lo que ella describe como un “agujero negro”, ya que pese a los numerosos intentos por hacerla entrar en razón su madre sigue endeudándose para seguir comprando “mi madrecita trabaja día a día para vender, solamente para poder pagar los prestamistas, lo he intentado todo, le he dicho que me voy de la casa, pero parece que no le interesara, nada funciona”.
Para finalizar, en un informe de Asuntos Riesgosos realizado por la entidad sin ánimo de lucro Mental Health America, se evidencia de la siguiente forma la relación entre la compra compulsiva ligada a la enfermedad mental.