Barrancabermeja es conocida en el ámbito nacional por su refinería y producción de crudo, por la abundancia pesquera que le provee el río Magdalena y por tener grupos y escuelas musicales representativas como lo son La Banda 26 de abril, la Escuela Vallenata, la agrupación Gente Chévere y muchas más.
Pero las condiciones de pandemia han hecho decaer la industria al punto de ni siquiera poder realizar eventos virtuales o ser tenidos en cuenta por la administración municipal.
Jhon Wilmar Aragón tiene una trayectoria de 20 años en la industria musical, actualmente es el manager de la agrupación Gente Chévere y relata que han sido muy pocas las ayudas que han recibido por parte del Estado. El único apoyo que obtuvieron fueron unos bonos de $160.000, esto por tres meses; sin embargo, Harold Pájaro, timbalero, asegura que esas ayudas no alcanzaron a llegar sino al 10 por ciento de los artistas y denuncia falencias en el proceso de entrega pues como dijo: “el operador encargado de realizar los aportes quería recortar de forma indebida un porcentaje a cada uno de los beneficiados”. Pájaro enfatiza que las ayuda de la administración municipal fueron unos mercados, pero, tampoco lograron llegar ni al 20 por ciento de los artistas.
Harold es contundente con su descontento, pues el gremio cultural se dedica al transporte informal, venta de alimento entre otras cosas distintas a generar cultura al distrito, y teme que esto tienda a desaparecer porque: “los que conocemos del tema nos sentimos agobiados que cada gobierno que viene es peor y todos se encargan de desviar los recursos culturales para propósitos ajenos a los que ha sido creado este rubro”.
Por su parte, para Jhon resulta inadmisible que desde la alcaldía no se les tenga en cuenta, asegurando que la respuesta de ellos es que ninguna actividad puede tener música en vivo. Contaba que tenían previsto una actividad para el día de las madres en un establecimiento con un aforo para 200 personas y con medidas de bioseguridad, pero su petición fue negada con la excusa de que por medio de los micrófonos se puede transmitir el virus. Harold realiza el comparativo con otras ciudades en donde se les ha permitido a los artistas reactivarse, así sea en eventos virtuales, pero, como expresa: “Aquí en Barrancabermeja el gobierno definitivamente no invierte los recursos para favorecer a los artistas si no en pagar favores políticos o beneficiar a operadores que a su vez se quedan con todos nuestros recursos”, generando impotencia y desaliento en los artistas.
Pese a lo negativo, Jhon Wilmar enfoca sus esfuerzos en la agrupación que dirige y con cantante y acordeonero nuevo, sigue en su propósito de grabar canciones para que, de una u otra forma, suenen en otras ciudades y tengan oportunidad de contrataciones a futuro y fuera de Barrancabermeja, en donde les permitan presentarse.
El futuro de la industria musical en el municipio es incierto y por lo que expresan esto representantes, el apoyo a la cultura depende de la misma administración municipal, de ellos depende si la cultura de los grupos musicales y las escuelas de formación sigan existiendo o que tiendan a desaparecer.
Plataforma UPB intentó en dos ocasiones obtener una respuesta por parte de la Secretaría de Cultura y Turismo de Barrancabermeja para conocer la versión del gobierno frente a estas inconformidades de los artistas, pero no fue posible obtener una respuesta al cierre de esta nota.