Foto de portada: @JMilei
Las elecciones legislativas del 26 de octubre en Argentina fueron decisivas para el gobierno de Javier Milei, que buscaba consolidar su poder en medio de la crisis económica y las tensiones políticas.
Milei llegó al poder en 2023 con un discurso centrado en la renovación política y la lucha contra la corrupción, bajo la consigna de “terminar con la casta” y aplicar una reestructuración del Estado. No obstante, las investigaciones judiciales que involucraron a integrantes de su espacio político y el impacto social del ajuste económico afectaron parte de su apoyo inicial.
A pocas semanas de la votación, el panorama político argentino se presentó incierto. Aunque el partido oficialista, La Libertad Avanza, lideraba las encuestas a nivel nacional, enfrentaba debilidades en distritos estratégicos y un aumento del descontento ciudadano que podría reflejarse en las urnas.
Los comicios definieron la nueva composición del Congreso Nacional y, con ello, el grado de gobernabilidad del Ejecutivo en su segundo periodo. En estas elecciones se renovó la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El resultado fue determinante para el avance del programa de reformas económicas y administrativas impulsado por el gobierno.
Antes de las elecciones, el gobierno de Javier Milei enfrentaba una debilidad en el Congreso, contaba con 37 de 257 diputados y 6 de 72 senadores. Esta minoría lo obligaba a negociar cada proyecto. La falta de respaldo legislativo quedó en evidencia cuando ambas cámaras rechazaron los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica, lo que evidenció la urgente necesidad de fortalecer su posición parlamentaria para poder gobernar con eficacia.
Javier Milei acaba de perder TODAS LAS VOTACIONES (12) por 2/3 de los votos en Diputados. Fueron rechazados todos sus decretos para destruir la Argentina. Un saldo de 12 A 0 (CERO). Buenas noches pic.twitter.com/u4FgdF1dFK
— Arrepentidos de Milei (@ArrepentidosLLA) August 7, 2025
Factores claves
El resultado de las elecciones fue favorable para el presidente.Los candidatos del partido de gobierno lograron sumar casi 41% de los votos, según los resultados oficiales con casi la totalidad de las mesas escrutadas. En la distribución de sufragios, la segunda fuerza más votada fue el peronismo, bajo el lema de Fuerza Patria, consiguió casi 32% de los votos; mientras que la alianza Provincias Unidas se ubicó como la tercera fuerza, reuniendo el 7,13% de los votos.
Tras la victoria, el presidente Milei ratificó su intención de avanzar en dos proyectos fundamentales para su plan de gobierno, declarando: "a partir del 10 de diciembre tendremos sin lugar a duda el Congreso más reformista de la historia argentina".
Uno de los factores que impulsaron este resultado fue el desempeño económico del gobierno de Milei, con una fuerte reducción de la inflación (del 25 % al 2 %), una caída de la pobreza en 10 puntos y el primer superávit fiscal en más de una década. Estos logros, pese al impacto social del ajuste, mejoraron la percepción del electorado.
Otro factor que contribuyó al debilitamiento de la oposición fue el respaldo financiero de Estados Unidos, que aportó 20.000 millones de dólares en créditos y 1.000 millones en compra de pesos para estabilizar el tipo de cambio. Estos elementos, junto con el voto joven y la persistente narrativa “antisistema”, fueron decisivos para consolidar la victoria del oficialismo en un contexto de abstención récord y desconfianza política.
La victoria electoral redefinió por completo la capacidad de acción del presidente Javier Milei. El resultado le otorgó una mayor gobernabilidad y las herramientas parlamentarias necesarias para superar el estancamiento legislativo y avanzar con la agenda transformadora que propuso desde el inicio de su mandato.




