Foto de portada: Comunicaciones UPB
El pasado 13 de septiembre se llevó a cabo en el auditorio Juan Pablo II de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga el cierre de los encuentros para la construcción de una región en paz, una apuesta para la resignificación de lo que pasó, cómo pasó y por qué pasó, en el marco del conflicto armado en el territorio santandereano.
El proyecto, que tiene como ruta la difusión del legado de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, tuvo como líderes a los docentes de la UPB Ledis Bohórquez, Diana Gómez, Christian Ceballos y Héctor Gómez. Las actividades de cierre del proyecto se adelantaron en tres escenarios: Barrancabermeja el 31 de agosto y 1 de septiembre en la Institución Educativa Ciudadela Educativa del Magdalena Medio; San Gil el 7 y 8 de septiembre en la Fundación Universitaria de San Gil; y el cierre, fue en la UPB en la ciudad de Bucaramanga. Entre los asistentes estuvieron el coordinador de la Mesa de Participación de Víctimas del municipio de Suratá, Orlando Ramírez, y diez víctimas del conflicto de diferentes zonas rurales y urbanas del municipio.
Tras las palabras de apertura, se desarrolló una ponencia sobre la presentación y contexto del proyecto por parte de la profesora de psicología y partícipe, Diana Gómez, quien le compartió a Revista Plataforma de qué se trató el proyecto y cuál fue su aporte para la región.
La agenda continuó con el estreno de la obra de teatro “Mi verdad”, los protagonistas: niños y jóvenes del colectivo artístico Las Magdalenas, quienes a través de sus bailes dejaron como mensaje que “aunque todos somos iguales no todos tenemos las mismas oportunidades”. Se relataron algunas historias de jóvenes que dejaron sus casas desde muy temprana edad y tuvieron que hacerse cargo de sus hermanos, o niños que tuvieron que decidir si matar o morir.
Foto: Comunicaciones UPB
En el segundo bloque del evento se desarrolló el Conversatorio “Importancia del Legado de la Comisión de la Verdad para la Construcción de una región en paz”. Contó con la participación de cuatro ponentes: Gloria Cala, jefe del departamento de Gestión Territorial de la Jurisdicción Especial para la Paz ; Ivonne Rodríguez, periodista y docente de la UPB; el presbítero Eliécer Soto, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia y Saúl Franco, ex-comisionado de la Comisión de la Verdad.
Fueron tres las preguntas realizadas a los ponentes: ¿Qué factores explican las afectaciones que se presentaron en el marco del conflicto armado a diferentes grupos poblacionales?, ¿qué podemos hacer para lograr una paz duradera y con garantías de no repetición?, y ¿cómo vincular a la ciudadanía en la difusión del legado de la Comisión de la Verdad?
Cada uno de los participantes compartió sus apreciaciones sobre estos interrogantes.
Foto: María Margarita Castellanos Caicedo
Gloria Cala: “Es importante destacar el caso 07, que es el que investiga el reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes en el conflicto, centrarnos en la Operación Berlín, especialmente. Además, el caso 08, que investiga crímenes cometidos por integrantes de la fuerza pública, otros agentes de Estado, en asocio con grupos paramilitares o terceros civiles”.
Ivonne Rodríguez: “El anclaje colonial es parte del origen del conflicto y el no reconocimiento del otro, creer que los otros son menos intensificaba la justificación de las violencias. El país no ha sabido reconocer los derechos del campo ni la democratización de la tierra, estas han sido causas importantes del conflicto armado”.
Pbro. Eliécer Soto: “¿Por qué militarizamos a todos quienes tengan intención de paz en línea de sospecha o señalización y no como aporte significativo para el país? La verdad debe ser la construcción de los retazos de la verdad. De igual forma, los ciudadanos deben ser capaces de leer a los medios. Por otro lado, la guerra es un negocio, por esto, la paz no ha sido tarea fácil ¿Por qué no el diálogo antes que la muerte?”.
Saúl Franco: “Recordemos la masacre del 16 de mayo en Barrancabermeja: 7 asesinados, 25 desaparecidos. 4.137 masacres entre 1958-2001. La desaparición forzada con 121.000 desaparecidos, un dilema que no para en Colombia. La guerra se concentra en ciertos sectores por la naturaleza de esta, el mejor ejemplo es el conflicto de la tierra. La guerra tiene una dinámica económica, requiere mano de obra, es decir, requiere niños y jóvenes. “Hay quitarle el agua al pez” Por esto, las principales víctimas han sido la población civil. La riqueza de los territorios se vuelve también riqueza para el conflicto”.
Pbro. Eliécer: “Reconocer el conflicto y su ámbito social es fundamental. Promover el diálogo dialéctico, confrontando ideas. Empatía, verdad, respeto. Espacios de encuentro para el afronte no violento y de diálogo. Conocer y reconocer. Desaprender para aprender, son algunos de los caminos para una paz duradera”.
Gloria C: “La Participación es clave para una ciudadanía informada y que se apropia del legado. Conocer el informe final es fundamental, además de que es fácil de navegar e indagar. Son importantes la academia y las instituciones educativas, el trabajo con los colegios. Las obras teatrales significan mucho. Los ejercicios de veeduría ciudadana para el comité y los procesos aportarían significativamente. Escenarios para la restauración, aprender y dialogar son algunos pinos para la paz”.
Ivonne R: “La Pedagogía es clave: el acceso al conocimiento. Entender los impactos transversales del conflicto. Tener en cuenta la salud mental como un impacto significativo. Hacerse preguntas como ¿Cómo construir paz? ¿Cómo en mi lenguaje cotidiano reproduzco las violencias de género? Por ejemplo, los memes que enviamos todos los días pueden parecer un chiste, pero ¿cuál es el mensaje detrás de ellos? ¿Cómo nos comportamos en las vías? La violencia se refleja en los comportamientos cotidianos y debemos ser responsables y consientes de esto”.
Saúl F: “Mientras haya narcotráfico seguirá el conflicto. La impunidad persiste. Mientras la democracia no sea real la guerra seguirá. Hay tres grandes faros para Colombia: la Constitución de 1991, los acuerdos de paz en la Habana y el aporte de la Comisión de la Verdad. Ellos serán herramientas del futuro de nuestro país”.
La actividad de cierre se desarrolló en la galería de exposición del proyecto “La verdad y la Paz” en el edificio H de la UPB. Se hizo visible y palpable todo el trabajo realizado por las víctimas, familias, niños, estudiantes y docentes para la construcción de paz en la región. Algunos de estos fueron las colchas de retazos, contenidos sonoros, escritos y audiovisuales, carteles colgantes con fotografías y mensajes escritos por los estudiantes para no olvidar qué paso, por qué pasó, a quienes les pasó y qué pasó con lo que nos pasó, preguntas que como sociedad todavía hace falta apropiar.
Foto: María Margarita Castellanos Caicedo