Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, entre el 1 de enero y el 30 de junio del 2021 se han registrado 226 fallecimientos de ciclistas en Colombia, 42 casos más que en el mismo periodo del año anterior.
El pasado 18 de julio el país se conmocionó al conocer la muerte del menor, Julián Esteban Gómez quien, según las autoridades, fue arrollado por el conductor de un tractocamión en la vía Zipaquirá Cajicá, en el departamento de Cundinamarca.
Dos días después, en el municipio de Piedecuesta en Santander, un hombre identificado como Jhon Alexánder Figueroa Cedial, perdió la vida tras ser atropellado por un taxista que se dio a la fuga, frente a la estación de Bomberos de Piedecuesta.
Para el ciclista santandereano Oscar Darío Celis, Master competitivo de 41 años, estos accidentes ocurren debido a la intolerancia por parte de los conductores y la falta de educación vial de los mismos. Pues desconocen las leyes que amparan al ciclista en la vía, como el espacio de un metro y medio para adelantar. Así lo estipula la ley 1811 de 2016 del Código Nacional de Tránsito en el Artículo 60. “Todo conductor de vehículo automotor deberá realizar el adelantamiento de un ciclista a una distancia no menor de un metro con cincuenta centímetros (1.50 metros) del mismo”,
Sin embargo, Óscar Darío comenta que esta ley no se cumple en las calles: “Muchas veces pasan y gritan: quite de ahí, haga lado, péguese al andén...” pero realmente los ciclistas pueden ocupar un carril como cualquier otro vehículo, según lo dicta la misma ley en el Artículo 95.
El ciclista también recordó un caso cercano que, según él, ocurrió hace unos 15 días frente al almacén Makro en el Anillo Vial: “El accidente de una joven que asesoro, y que también es ciclista, quien quedó literalmente por debajo de un carro... no la mató porque no le tocaba todavía”. Como este son muchos los casos de amigos y conocidos del ciclista que han tenido algún percance con los conductores en las vías.
Ante este panorama Oscar Celis opina que dichas leyes se deben comunicar de una forma más clara a través de los medios masivos y que es necesario endurecer los castigos para que los conductores ‘lo piensen dos veces antes de arrollar a un ciclista’, tomando en cuenta que quien va pedaleando podría ser el familiar o conocido de cualquier persona al volante.