Cortesía imágenes: Adriana Castro
En el marco de la Feria Bonita de Bucaramanga se desarrolló una propuesta creativa y cultural que le permitió a diversos sectores como la moda, el calzado, la marroquinería y los accesorios, visibilizar el talento y el diseño local. Este evento, liderado por la Cámara de Comercio de Bucaramanga, el Centro de Estudios de la Moda (CENEM), IMEBU y sus aliados estratégicos, fue el escenario para presentar oficialmente la segunda edición del Hecho a Mano en la Bonita.
La inmersión de Viviana Ramírez brilló en la pasarela inaugural junto a Serena de Relicario. Ambas colecciones, presentadas el 3 de septiembre en el Centro Vida Sur, fueron las encargadas de abrir la primera noche con dos propuestas únicas. Por un lado, la casa de moda colombiana hizo una invitación a explorar lo profundo desde lo artístico y contemporáneo en donde los detalles, las texturas y la precisión en el corte definieron cada prenda con estampados vibrantes y acabados minuciosos; y por otro, la esencia de Relicario cautivó al integrar lo espiritual de un viaje a la India. Su movimiento y cultura sin fronteras, acompañado del agua como símbolo de vida, fluidez y transformación, proponen de manera metafórica un recorrido interno.
Pasarelas elegantes, con color, texturas y detalles finos, engalanaron los pasillos del Club del Comercio durante el segundo día del Hecho a Mano en la Bonita en el corazón de Bucaramanga. En una primera jornada, se apreciaron marcas emergentes como Esperanza Quintero, Agua de sol, Cincoxciento, Derek, Comfenalco y Adriana Hernández. Cada colección contó en sus prendas historias de sus creadores y el valor del trabajo en equipo.
Un ejemplo de ello fue Cincoxciento, que encarnó la esencia de lo contemporáneo al fusionar textiles con nuevas perspectivas para la mujer moderna, en colaboración con la marca de accesorios Lug Lug. “Es gratificante estar en eventos como estos que hacen que se tenga un posicionamiento de marca espectacular, que otras personas te conozcan, personas de la industria que están interesadas en conocer moda, porque eso es lo importante. Personas que conecten con marcas que brindan esta experiencia. Así como lo es Lug Lug, brindamos experiencia desde el concepto hasta el producto final”, afirmó Luis Urbina, diseñador y director de la marca.
Foto: Adriana Castro
Cabe resaltar que, más que una muestra comercial, este espacio buscó destacar visiones que transmiten el saber desde el hacer, logrando proyectar el talento de los diseñadores y las marcas locales para promover el consumo de moda regional, potenciando las ventas en las temporadas comerciales más importantes del año.
A pesar de las fuertes lluvias presentadas el pasado viernes, el evento logró cerrar con broche de oro. Desde los destellos y brillos de Lyenzo, pasando por lo atemporal y unisex de Luchador, contagiándonos de las tendencias del polka dots en Matilda, continuando con lo urbano y denim de Typer y, finalmente, culminando con los tonos pasteles que evocan una nostalgia veraniega en Sunset de Journey, estas propuestas se consolidaron como un claro reflejo de la riqueza y diversidad de la moda santandereana.
Concebido como un evento que sitúa a Bucaramanga al nivel de las grandes capitales de la moda en Colombia, Hecho a Mano en La Bonita reunió a más de 173 marcas participantes, además de 30 en escena. Cada una reafirmó la trascendencia de lo estético y aportó a un movimiento que articula economía, cultura, ambiente y comunidad, con el propósito de proteger lo más valioso que tiene el departamento: el agua. De esta manera, la moda se entiende con un propósito social que no solo fortalece el empoderamiento de diseñadores y empresarios, sino que también inspira a recordar que desde la industria es necesario pensar en la protección del medio ambiente, reflejando así la magnitud de este movimiento creativo.