Crédito de las fotos: Héctor Mauricio Gómez Mora
“Queremos comprender lo que nos pasó, pero no sólo quedarnos ahí, sino reescribir un futuro, otro futuro posible a través del arte… orientado a promover la convivencia y la paz en los territorios”, explicó la docente Diana Carolina Gómez de la Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana, tras la apertura del evento y la presentación inicial del proyecto Encuentros para la comprensión del conflicto armado en el territorio y reescritura de nuevas narrativas hacia la convivencia y la paz, que permitirá la apropiación y divulgación del informe final de la Comisión de la Verdad en varios territorios —en los municipios de Suratá y Yondó, en Barrancabermeja y en el área metropolitana de Bucaramanga—, para diferentes tipos de actores —niñas, niños, jóvenes y mujeres del Nororiente y el Magdalena Medio—.
La propuesta de la cátedra, una de las partes claves del proyecto, se centra en el diseño de programas artístico-pedagógicos con enfoque de género, que transversalizan las narrativas visuales, gráficas, sonoras y las artes escénicas, implementando el uso de herramientas TIC y teniendo en cuenta la participación de los actores vinculados al proyecto. La intención, es lograr compromisos en la agenda pública, como, por ejemplo, debates democráticos en torno a una región sin conflicto y la producción de recursos informativos que sinteticen algunos contenidos del informe final, donde se referencie la región Nororiental y la del Magdalena Medio.
Puesta en escena de: Magdalena, las mujeres y el río.
Durante el lanzamiento, el Colectivo Magdalenas de Barrancabermeja presentó su obra teatral Magdalenas, las mujeres y el río, donde la trama gira en torno a una pregunta: Si el río Magdalena hablara, ¿qué diría? La obra, hermanada con el lanzamiento del proyecto, fue una forma de reconocimiento a las mujeres, que fue uno de los grupos poblacionales más afectados por los destrozos de la guerra y el conflicto en Colombia.
La obra es un retrato simbólico de la crudeza del conflicto colombiano, de las múltiples violencias que azotaron a la población y una representación de cómo el río fue testigo de las aberraciones sociales que implicó existir en un territorio, donde los actores armados habían tomado posesión de las tierras. Donde las madres, esposas e hijas que perdían a un ser querido no tenían tiempo para lamentarse o llorar por las pérdidas, porque la guerra no se detenía por nada ni nadie y, en el caso de las madres, debían asumir las riendas del hogar y, más allá de eso, resistir.
Dentro de los ejercicios de análisis, reflexión y construcción social, el arte ha desempeñado un rol fundamental, porque ha mostrado desde lo simbólico una realidad, ajena o desconocida por muchos… y en el caso colombiano: “Hay algo muy bonito que manifestó Lucía Domínguez, la comisionada, durante un conversatorio que se llamó La revolución del arte, donde ella en un momento mencionaba que el arte nos ha permitido conocer Colombia, si bien no conocemos este país inmenso, sí conocemos su música… sus danzas. Entonces, en esta misma posibilidad, de que el arte te transporta, el arte te hace entender y concebir este país tan diverso. Colombia es uno de los países con más ritmos musicales, que en su divergencia conviven y se complementan. Entonces, es el arte esa oportunidad para hacernos entender que somos diversos y podemos convivir, porque realmente uno de los grandes elementos que nos ha costado en este país es entender que podemos convivir pensando diferente, que tú no eres mi enemigo, que tú no eres mi enemiga por pensar distinto a mí, y en el momento que en Colombia entendamos eso, el país se va transformar significativamente”, Compartió Paola Muñoz, directora del Colectivo Magdalenas.
Colectivo Magdalenas de Barrancabermeja.
Dentro de los grandes objetivos del proyecto, “tenemos una población de más de mil personas y uno de los objetivos es la apropiación del legado de la Comisión de la Verdad, entonces, estamos esperando que esos chicos, jóvenes, especialmente, y mujeres, se conviertan en virus de ese legado, a través de productos narrativos y que ese informe no se quede en el anaquel o por ahí perdido en la web, sino que conozcan la historia de Colombia a través del conflicto, pero sobre todo, que cada quien se cuestione sobre: ¿qué estuvimos haciendo mientras el país se volvía un campo de batalla?”, concluyó el docente investigador Héctor Mauricio Gómez de la Facultad de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.
El proyecto es financiado por el Fondo Multidonantes de las Naciones Unidas para el sostenimiento de la Paz para la apropiación del Legado de la Comisión de la Verdad. La Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Bucaramanga, fue escogida entre más de 850 propuestas presentadas, siendo la única universidad del país, y entidad del oriente colombiano en esta labor de divulgación y apropiación del Informe Final de la Comisión de la Verdad “Hay futuro si hay Verdad”.