En las imágenes de portada Óscar Pérez. Fotos: Gabriela Calderón Rueda
En su auto y entre risas y chistes, llega de lunes a sábado a la 1:40 p.m. al estadio Alfonso López el deportista Óscar Pérez, un hombre de 32 años que tras quedar en silla de ruedas por un impacto de bala hace 12 años, encontró en el deporte una forma de rehabilitación. Gracias a la recomendación de profesionales de la salud inició con la natación, que posteriormente no pudo continuar practicando por una lesión en el manguito rotador, es decir, en el hombro. En su búsqueda de un nuevo deporte se encontró con su amigo “Pacho”, quien tras insistirle logró convencerlo de asistir a un entrenamiento de powerlifting. Ocho meses después de aceptar la invitación, Pérez no solo continúa entrenando, sino que también se prepara para el doble clasificatorio de esta disciplina.
El powerlifting es un deporte en el que los atletas compiten en la disciplina “press de banca”, que consiste en que los competidores se recuestan en una banca, toman la barra con peso para bajarla hacia su pecho, sostenerla sin movimiento y posteriormente volver a elevarla hasta extender totalmente los brazos. Cada deportista tiene tres intentos y el ganador es quien logre levantar la mayor cantidad de kilogramos. La fuerza de estos atletas es tanta que algunos han logrado levantar más del triple de su peso.
“Mis deportistas son capaces de hacer absolutamente todo y más, definitivamente nosotros los caminantes no hacemos nada”, explica Freddy López quien, además de ser fisioterapeuta y docente de la Universidad de Santander (UDES), es el entrenador de los nueve deportistas de para powerlifting. López busca enseñar la importancia del deporte en personas con discapacidades físicas, sacar adelante a sus atletas y junto a ellos crear un club de para esta disciplina deportiva.
Sin embargo, en el camino a estas metas se han encontrado con muchos obstáculos por la falta de recursos y reconocimiento para este deporte. “Hace unas semanas estábamos entrenando literalmente al lado de los baños, ahora nos trasladaron a este nuevo gimnasio y ya se esta metiendo el agua”, explica el entrenador López.
No solo la condición de la infraestructura se ha convertido en un obstáculo, sino que el tema económico también significa una preocupación para este equipo, pues antes de cada competencia la consecución de recursos económicos se vuelve un problema, por lo que buscan respaldo en con medios regionales en el intento de hacerse conocer y recibir donaciones.
Según la Gobernación de Santander, junto a la Secretaría de Infraestructura, se ha creado el Plan Especial de Manejo y Protección (Pemp), que se traduce en la reestructuración de la Villa Olímpica Alfonzo López con el fin de garantizar el cuidado, conservación y sostenibilidad de este espacio deportivo. Aunque se tenía previsto comenzar con el desarrollo de talleres virtuales para socializar este plan con la comunidad durante el primer trimestre de 2023, a abril ya se tenía una acusación formal por parte de la Fiscalía contra tres exfuncionarios de la Gobernación de Santander y un contratista, señalados presuntamente de presentar irregularidades en los contratos para reforzar los escenarios de la Villa Olímpica.
Mientras los deportistas deben adaptarse a condiciones precarias para entrenar y representar al departamento, como ocurre en el caso del para powerlifting, a quienes solo se les dio dos bancos para nueve deportistas, un gimnasio pequeño donde a las personas en sillas de ruedas se les dificulta el desplazamiento; los funcionarios encargados de proveer espacios adecuados y dignos son acusados con pruebas de corrupción por la apropiación de más de mil millones de pesos, advierte la Fiscalía General de la Nación.
Aunque el para powerlifting está atravesando por una situación que comprende necesidades económicas y de infraestructura, tanto los deportistas como el entrenador comparten un ambiente alegre en el gimnasio. “Somos una familia, si alguien necesita algo solo debe escribirnos y entre nosotros nos ayudamos”, dice Oscar Pérez.
El deportista se refiere, también, a las dificultades anímicas que deben atravesar las personas en condición de discapacidad, sin dejar de recordar el mensaje que busca dejar en quienes lo conocen: “Más que ganar muchas medallas como deportista, yo quiero que la gente vea que a pesar de los problemas se puede salir adelante. Yo no necesito mis piernas para ser quien soy, las discapacidades están en la mente (…). Quiero que la gente me vea feliz y servir de ejemplo superación”.