Fotos portada: Manuel Santiago Amaya.
Una vez ya en la Calle de los Estudiantes a las dos de la tarde del sábado o el domingo -14 o 15 de septiembre-, frente a las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), se escuchaba el sonido de alguna canción de Breakdance, lo que indicaba el desarrollo de las batallas de los bailarines en el marco de la tercera edición del Festival Pinta La Bonita, evento cultural que se ha venido realizando en Bucaramanga, cuya primera edición se llevó a cabo en el Puente de La Novena y la siguiente, hace un año, en la Cárcel La Modelo. En esta ocasión la Calle de los Estudiantes fue el escenario donde 60 artistas nacionales e internacionales plasmaron con su talento murales coloridos.
En los primeros pasos del recorrido por la estrecha calle de la UTS se observaban algunos jóvenes caminando en dirección al colegio Nuestra señora del Pilar, girando sus cabezas de izquierda a derecha como buscando el primer mural que deleitaran sus pupilas.
Los espectadores caminan por las calles coloridas de mucho arte, imaginación y hip hop. Foto: Manuel Santiago Amaya.
La contemplación artística llegó al subir por el colegio Santa María Goretti. De uno de sus muros triangulares sobresalía un hombre de cabello verde, chaqueta negra y camisa roja, quien sentado sobre un colchón con su pierna derecha sobre la izquierda lee un cómic y deja otros dos a su lado derecho, junto a una hamburguesa sin comenzar. A su lado izquierdo se leen dos pósteres, el primero dice: “Peligro, tombos en la zona”, y el segundo “¡Palestina libre!”.
A unos tres metros de este mural, estaban dos jóvenes interrogando a un tercero sobre aquella obra, se trataba de Chulo, joven autor del hombre que sobresalía en la pared.
El personaje creado y plasmado por Chulo en el Festival Pinta la Bonita. Foto: Juan José Camargo.
El personaje pintado, era el inicio de un paisaje de siguientes muros que tenía como protagonista el color y diversas figuras: algunos de ellos como la cara de un gato de color verde, ojos azules y colmillos fuertes y grandes; el de una niña que mira atónita el grafiti proveniente de una mano que sujeta una lata de pintura en aerosol, mientras debajo de su expresión hay un libro abierto del que salen estrellas doradas; unos dientes grandes que aprietan con fuerza y unos labios que se tensan rodeados por una llama de fuego. Los andenes están invadidos por latas azules, rojas, verdes y amarillas de pintura en aerosol junto a unas brochas que se secaban, y ahí los dueños, algunos artistas nacionales e internacionales que se encontraban desde las nueve de la mañana que vestían camisas anchas, gorras y su rostro cubierto con máscaras de protección, ensimismados en la creación de sus personajes.
Los grafitis van dirigidos hacia la niñez y juventud de la ciudad, recalcando lo importante que es estudiar. Foto: Juan José Camargo.
Esta es otra de las obras de Pinta La Bonita. Foto: Juan José Camargo.
A unos cinco metros del colegio Nuestra Señora del Pilar, el mercadillo de emprendimientos de collares, libros y artesanías a los costados de la calle daban la bienvenida a quienes llegaban para disfrutar del espectáculo musical y cultural; batallas de Breakdance y de freestyle o rap improvisado, exponentes de la escena rapera de Bucaramanga como Arnache, Kenedy, Natural Family, Criojazz y demás, fueron protagonistas del fin de semana más “hiphopero” en la Ciudad Bonita.
A las tres de la tarde dos hombres se retaban sobre una improvisada pista con bolsas negras extendidas pegadas con cinta, y deslizándose en círculo a gran velocidad con ayuda de sus manos, girando como si fueran trompos. Cuando alguno de los participantes quedaba suspendido en el aire con el apoyo de un solo brazo, los espectadores no contenían los gritos ni los aplausos admirados por el truco. Los bailarines sonreían al ejecutar sus movimientos, e incluso festejaban los buenos trucos de sus contrincantes.
Los artistas del baile, protagonistas en Pinta La Bonita. Foto: Juan José Camargo.
A las 3:30 de la tarde con la tarima ya organizada, se subieron los primeros dos competidores de freestyle o rap improvisado a participar. En el público no solo había amantes del rap, también algunas familias que se acercaban curiosos a observar la competencia. Se escucharon rimas de todo tipo, referencias sexuales, alusivas a la moral, algunas más personales y directas como “es un frustrado, nada me ha improvisado, solo le queda envidiar los triunfos de al lado”. La batalla no solo se reduce a uno que grita su rima y otro que responde, sino también al abrazo luego de terminar cada batalla que reflejó el buen ambiente que existe entre los raperos que se enfrentaron.
Las batallas de rimas realizadas por los raperos se convierten en uno de los atractivos del festival. Foto: Juan José Camargo.
En los andenes de la Calle de los Estudiantes, había artistas pintando y terminando los murales que iniciaron el sábado, y en algunos casos el viernes en la mañana. Uno de ellos fue PdArte, joven artista bumangués, autor de un mural que reúne a una niña que tapa su ojo izquierdo con su mano, y a su lado una flor seguida de un lobo de color verde aguamarina.
Mural realizado por PdArte. Foto: PdArte.
Después de un ejercicio de observación de las diferentes actividades y murales del festival, Plataforma tuvo la oportunidad de conversar con algunos grafiteros el último día de este festival, dos de ellas fueron la chilena Laura Palta y Maggi, artistas que son dos de las 16 artistas que participaron en el festival, y Laura Palta una de los 10 participantes internacionales. Estas dos artistas buscan reflejar la grandeza y fuerza de la mujer en sus obras, y en esta ocasión en el Festival Pinta La Bonita no fue la excepción.
La fortaleza y grandeza de la mujer también tuvo espacio en la feria. Maggi trabaja en su mural. Foto: Juan José Camargo.
A las 6:30 de la tarde del domingo, último día del festival, en un pequeño muro escondido en la calle de los estudiantes, mientras los invitados y agrupaciones musicales cerraban la jornada, se encontraba Esteban Sandoval, un joven que hace un año y medio inició en el arte del grafiti, Plataforma tuvo la oportunidad de dialogar sobre lo que para él significa el grafiti.
Las manifestaciones artísticas del festival tuvieron como propósito resaltar la importancia de la educación en la niñez y juventud, e incentivar a los más jóvenes a no desertar de sus etapas educativas, ya que esta se ha convertido en una problemática nacional, a nivel regional según datos de la Secretaría de Educación Departamental, en lo corrido del 2024 la deserción escolar ha tenido una reducción de 1% en comparación al año anterior. Además de esto, el festival con sus demostrar que el arte en sus distintas expresiones puede ser un camino que vale la pena tomar.