Foto: César Hernando Flórez / Plataforma UPB
En Puerto Wilches, las arengas forman parte del paisaje. Al nororiente colombiano, extremo norte de Santander y en la Provincia Yarirí, habita este municipio del Magdalena Medio que se reconoce por la pesca, el monocultivo de palma africana y el complejo de humedales que rodean al territorio que se opone al fracking.
Desde que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y Ecopetrol firmaron el primer Proyecto Piloto de Investigación Integral en Colombia el 24 de diciembre del 2020, los ciudadanos temen que su ecosistema y fuentes de empleo se perjudiquen con esta técnica.
El comité para la defensa del agua y el territorio, conocido como Aguawil, lo conforman jóvenes estudiantes de Puerto Wilches que se oponen a los proyectos piloto de fracking en la zona. “De un momento a otro pasamos de ser el comité de jóvenes empedernidos y caprichosos a ser Aguawil, el comité que le hace resistencia al fracking en Santander. Y pues no solamente en Santander sino a nivel nacional, porque la gente tiene presente que si en Puerto Wilches se hace fracking, se hace en toda Colombia”, cuenta Yuvelis Natalia Morales, de 20 años, y estudiante de Tecnologías de Manejo de Recursos Ambientales. La pedagogía con la comunidad es una de las funciones desde que se creó en diciembre de 2020. Murales, foros, cacerolazos, plantones, marchas y visitas puerta a puerta para explicar los posibles impactos de esta técnica son algunas de las acciones colectivas que lidera este comité.
A pesar de la pandemia del covid-19 y las altas temperaturas del pueblo, los jóvenes de Aguawil retrasaron el cronograma previsto por el Gobierno Nacional de comenzar el proyecto piloto Kalé en enero del presente año. “Cuando Aguawil empezó, era de ir a las casas de la gente y encontrarse una ama de casa barriendo y quitarle un poco tiempo, pero decirle: pues, vecina, escúchenos porque es importante lo que tenemos que decirle”, señala Yuvelis, al reconocer el papel importante de las mujeres al momento de correr la voz de las actividades planeadas por los jóvenes.
Mientras el proyecto piloto de Ecopetrol adjudicado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos avanza en Puerto Wilches, la comunidad local se niega a que el fracturamiento hidráulico en yacimientos no convencionales, más conocido como fracking, se ejecute en el municipio del Magdalena Medio.
"Cuando pensamos en por qué hacer los proyectos piloto vemos que tenemos unas reservas tanto de crudo como de gas que se vienen agotando y hay que explorar cómo las podemos reemplazar", aseguró Diego Mesa Puyo, ministro de Minas y Energía, el 11 de febrero de 2021 en el marco del Diálogo territorial de Puerto Wilches. Asimismo, enfatizó la preocupación del Gobierno Nacional en garantizar el suministro de estos energéticos y la importancia de la transición energética como la solar y eólica en el país. En este espacio, el Ministro aseguró la transparencia con la comunidad y el acceso a la información. “Las regalías, que son lo que pagan las empresas de hidrocarburos y mineras, son el desarrollo regional de Colombia y lo van a seguir siendo”, agrega Mesa.
"Desde Ecopetrol, el compromiso como operador que vamos a hacer del piloto de hacer las cosas de cara a ustedes, de manera transparente”, resalta Felipe Bayón, presidente de la petrolera. Luego de que explicara en la mesa de diálogo las fases del proyecto de investigación en el territorio, aseveró la importancia del Centro de Transparencia que debe crear el Ministerio de Minas y Energía. “Yo lo he descrito como operar dentro de una pecera. La gente puede mirar al interior de la pecera qué está pasando. Las comunidades, las autoridades, las asociaciones, los sindicatos, todo el mundo pueda mirar y decir cómo estamos haciendo las cosas", explica Bayón al finalizar su intervención.
Por otro lado, el movimiento que lidera Alianza Colombia Libre de Fracking reúne más de 110 organizaciones sociales con el objetivo principal de frenar y no permitir la técnica en el país. Julián Soto, ingeniero ambiental y miembro de la Corporación Compromiso, una organización social que cuenta con un observatorio de conflictos ambientales, cuenta que “empezamos a generar acciones de pedagogía, sensibilización, análisis técnico, científico, legal y se empezaron a hacer diferentes acciones como algunos foros y charlas con comunidades rurales y urbanas”. También, describe las consecuencias en el ecosistema llegado el caso de que el fracking sea una realidad.
En primer lugar, Julián parte del hecho de que el proyecto piloto no refleja la realidad en una actividad de fracking, puesto que, en un contexto real, no solo es un pozo sino cientos o miles de pozos que se fracturan de forma horizontal en un área determinada. De igual forma, la perforación horizontal que debe hacerse en el piloto puede ser incontrolable por más de que estén delimitadas. A su vez, asegura que “muy posiblemente el agua contaminada va a buscar una salida y va a llegar a un nacimiento”.
De igual forma, Óscar Vanegas, ingeniero de petróleos y docente de la Universidad Industrial de Santander, explica que el fracturamiento hidráulico en yacimientos no convencionales “se hace en roca generadora, una roca que es radioactiva y rica en minerales pesados y que obviamente al perforarla horizontalmente, más no verticalmente, implica sacar muchos ripios de esa roca radioactiva superficie”. Por su parte, Vanegas también habló sobre los empleos que prometió Ecopetrol a la población wilchense para la instalación del proyecto Kalé. “Trabajo no les van a dar. La industria petrolera da muy poco empleo y es un empleo muy especializado", agregó tras el anuncio de la petrolera de alrededor de 200 posibles vacantes de trabao para la población.
El 29 de enero de 2021 y luego de una audiencia pública convocada por la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes en la que se habló de los riesgos del fracking, Yuvelis Natalia fue la vocera del municipio y narra que solo a ella la dejaron ingresar al recinto para dar a conocer la posición de la población de Puerto Wilches. Sin embargo, esa misma noche es amenazada de muerte. “Y ese mismo día en la noche, pues pasa algo súper grave y es que llegan a amenazarme a mi casa, o sea, entran a mi casa y me dicen algo así como: pues usted deja de joder, o sea como que se calla, deja de jugar con eso. o la callamos”, cuenta la joven quien no es la única en Aguawil de recibir este tipo de amenazas por oponerse al fracking. Así lo confirmó, a su vez, la Federación Internacional por los Derechos Humanos, en donde se evidencian las amenazas de muerte a líderes sociales del Magdalena Medio.
“Ser líder ambiental y social en Colombia es muy complicado, ¿no? Hay muchos factores. Primero, que no te brindan como las herramientas para ejercerlo de buena manera, que te complican cada acción que tú vayas a hacer, y la segunda, es porque aparte de que te obstaculizan, también te matan o te callan de alguna manera”, reflexiona Yuvelis. A pesar del panorama de violencia que vive el Magdalena Medio desde hace décadas, los ciudadanos son cada vez más visibles con la resistencia al fracking.