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Reforestación y música en la vereda Llanadas

Periodista: Mariana del Pilar Jaimes Almeyda
Correo periodista:

En la vereda Llanadas del municipio de Los Santos en Santander, existe un lugar de reforestación llamado el Valle de los Barrigones, allí la Fundación Federico Restrepo Carvajal, junto con habitantes de la región y colaboradores de otros sectores, han sembrado más de dos mil ceibas barrigonas, una especie endémica del Cañón del Chicamocha en vía de extinción.

La Fundación Federico Restrepo Carvajal, es “una organización sin ánimo de lucro que aporta a la preservación del medio ambiente, crea espacios de sano esparcimiento para los niños y jóvenes de Santander a través del tenis de mesa e impulsa y promueve la investigación científica en el área médica”.

María Lucía Restrepo Carvajal, gerente de la fundación, comenta que llegaron a Llanadas por casualidad y se enamoraron del lugar. Después, ocurrió el accidente de su hermano Federico, nombre que lleva la fundación en su honor: “y por cosas de la vida nos dimos cuenta que él había pasado por acá en su proyectos sociales y lo vimos como una oportunidad muy linda, como un señal del destino que hubiésemos llegado acá; entonces decidimos quedarnos en esta región. A parte Llanadas es un lugar fantástico, maravilloso”.


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Ceiba barrigona sembrada en la vereda Llanadas

Foto: Mariana del Pilar Jaimes / Plataforma UPB

De acuerdo con Restrepo, el plan de reforestación surgió porque vieron una oportunidad de siembra importante, pues esta región está deforestada por las condiciones climáticas. “Llevamos ya seis años, hemos sembrado más de 100 mil árboles, entre ellos ceibas barrigonas y vamos avanzando poco a poco, es un trabajo a largo plazo, pero se van viendo los frutos”.

Por otro lado, además de incentivar la siembra de árboles en esta comunidad, la fundación brinda clases gratuitas a los habitantes que quieran cantar y tocar instrumentos, como la guitarra, la flauta y el teclado. Según María Lucía, este proceso inició con la idea de traer un profesor que viviera en la vereda, que convocara a los niños y les enseñara diversos instrumentos para que encontraran uno con el que se sintieran identificados.

Esta idea musical se dio porque más allá de reforestar, ella afirma que deben acudir a otros factores que ayuden a comprender qué es lo que están haciendo: “porque aquí no se trata de dejar un árbol en la tierra, sino de comprender que estamos es preservando nuestro ambiente; entonces vemos que la música es un vehículo fantástico, es arte y como seres humanos nos conmueve. Es un medio para llevar información, un mensaje”. Asimismo, comenta que los niños son muy talentosos y que han acogido muy bien las lecciones musicales.

A continuación, los invitamos a ver un video para que conozcan este mágico lugar: 


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