A sus 26 años, Mayra Gómez es la diseñadora oficial de una marca de ropa conocida como Sixxta, que actualmente está innovando el mundo de la moda y posee una perspectiva diferente. Mayra es apasionada por su trabajo, una mujer soñadora y emprendedora que dibuja y diseña; pero fuera del trabajo también le gusta pasar tiempo con su familia, salir a comer, ver series y le encanta estar con su pequeña hija de 2 años, llamada Alegra.
Su iniciativa de emprender surgió por una necesidad económica. Sus padres pasaron por una crisis familiar muy fuerte y solo le daban lo necesario; pero ella estaba acostumbrada a otro estilo de vida, así que junto con su hermana empezaron a generar ingresos desde los 13 años para colaborar en el hogar. Trabajaron en los restaurantes de la familia como meseras, pero ella buscó más opciones de trabajo para cubrir sus propios gastos.
En el aspecto académico, Mayra tenía claro que quería estudiar diseño de modas, pero no existía una carrera profesional en Bucaramanga. Su madre no quería que estudiara una tecnología, por lo cual la única opción que le quedaba era ingresar a la Universidad Industrial de Santander, UIS, a la carrera de diseño industrial. Justo en el primer mes de estudio, la Universidad Manuela Beltrán comenzó con una nueva carrera profesional, la cual era diseño de modas, desde ese momento ella se cambió de universidad y estudió lo que verdaderamente le apasionaba.
En el transcurrir de su carrera profesional decidió que ya era momento de tener su propia marca nacional, en donde las prendas tuvieran el concepto local muy marcado. La empresa inició con el nombre ‘Jacinta’, el cual surgió porque un día conoció a una señora con buen estilo para vestir, llamada Jacinta.
El nombre evolucionó a ‘Sixta’, porque al hacer el registro en la cámara de comercio ya existía ese mismo nombre en Medellín, así que evitarían problemas legales. En el proceso de selección de este nombre se realizó una encuesta en Instagram preguntándoles a los seguidores y clientes sobre nombres colombianos de sus abuelas, tatarabuelas o una señora ya de edad; entre todas las opciones, a Mayra le llamó la atención el nombre de Sixta con las dos xx, su pensamiento fue: “xx como los cromosomas de las mujeres y además es una forma callejera de decir sister en inglés, como hermandad”.
El amor hacia el diseño y la moda lo lleva en la sangre, ya que su mamá y su abuelita cosen y desde que era pequeña a ella le gustaba vestir a las muñecas. Fue creciendo y diseñó su propio vestido de primera comunión, sucesivamente se iba encaminando más por su pasión.
La motivación para ir en busca de sus sueños
Para realizar sus sueños fue fundamental el tema del feminismo, porque su papá siempre apoyó este movimiento social sin tener conocimiento, pues siempre defendía las capacidades y derechos de la mujer, en este caso de sus hijas. Mayra quería que este movimiento se reflejara en su marca, por esto las colecciones de Sixxta, siempre están inspiradas en mujeres que reivindican en el género femenino. El logo es un busto femenino haciendo inclusión a todas las mujeres, en lo personal, para Mayra representa su rol como madre, le recuerda la etapa de lactancia con su hija.
La empresa de ropa lleva aproximadamente 10 años en el mercado. Mayra dice que al comienzo fue difícil, ya que los clientes eran principalmente sus amigas, pero a medida que se fue corriendo la voz todo comenzó a surgir para bien, aunque fue un proceso lento. En la actualidad, para darse a conocer a más personas se le hizo más sencillo hacerlo por medio de las redes sociales; ahora tienen más seguidores y la publicidad es muy buena.
La misión de Sixxta es regalarle un estilo de vida a las personas cuando usan las prendas, llevando mensajes de empoderamiento, sororidad y empatía a las mujeres para que puedan sentirse seguras y libres. Por otro lado, su visión consiste en seguir bajo el mismo concepto que tiene la marca y continuar llevando mensajes positivos a las mujeres. Mayra resalta la importancia de la mano de obra de sus empleados, pues no son máquinas, son personas de la región que además de sentirse felices de pertenecer a la marca, tienen un pago justo. Cada uno de ellos tiene un personaje, una labor real. La meta que tienen a futuro es cubrir envíos internacionales y tener punto físico en Bogotá y Medellín.
Uno de los consejos que Mayra le daría a las mujeres que quieren emprender con su propia línea de ropa, es que siempre sean constantes. Ella afirma que al principio no es sencillo, pues habrán pérdidas tanto de dinero como de tiempo; hay que trabajar duro y muchas más horas que cualquier empleado, pero con un propósito o una idea realista.
En la universidad ganó el premio ‘Mario Hernández’ al diseño y le dieron una beca, fue una etapa muy importante en su vida. El premio era un curso de verano en Milán, Italia, de fashion marketing, pero lamentablemente para ella el curso era en inglés. Terminó aprendiendo mucho de esta experiencia, tuvo que ser paciente porque no podía entablar una conversación prácticamente con nadie por la diferencia en el idioma, también entendió que uno mismo es la mejor compañía que puede tener. Cuando regresó a Colombia se fue a México, en donde tenía pensado realizar sus prácticas profesionales. En este país, trabajó durante seis meses en Uriangato, un pueblo que posee muchas empresas de moda en donde hacen tejido y denim para distribuir en todo México.
Para ignorar todos los miedos y dudas que surgieron en su camino, Mayra decidió afrontarlos y arriesgarse. Ella piensa que siempre existirán o se presentarán situaciones mucho más grandes de lo que se espera, por lo que refugiarse en el miedo es el peor escenario que puede existir. Además, comenta que hay personas que esperan tener todo perfecto, tener el momento ideal, las fotos perfectas, la modelo ideal, maquillistas, todo ese tipo de cosas que conforman una marca para poder lanzarla al público y eso tarda muchísimo tiempo, nunca se va a estar conforme con las cosas, siempre se quiere mejorar. Entonces es importante empezar, simplemente tomar la decisión.
Su vida en medio de la familia
En su casa vive junto a Ludwing Serrano, su esposo y padre de su hija, un estudiante a punto de graduarse en Ingeniería Industrial, quien además se desempeña como el gerente de producción de microgestión en Sixxta. Mayra comenta que el tiempo en familia y en la empresa es bastante complicado, pues su hija es pequeña y muy dependiente de ellos; a veces sacrifican un fin de semana en familia por la empresa.
Mayra vivió en Girón hasta este año que se mudó a Bucaramanga. Para ella fue un pueblo muy acogedor; allá estudió con Ludwing desde los 4 años, su madre estudió con los tíos de él y su padre con los papás de él. Comenta que todo el pueblo se conocía y siempre se sentían muy en familia, con mucha confianza. Ludwing fue su amigo desde muy temprana edad; salieron un par de veces y más adelante se fueron dando las cosas. Actualmente llevan 11 años de novios y un año de casados.
Ludwing conoce a Mayra hace aproximadamente 18 años. Lo que más valora de su relación es que cada uno se conoce y se acepta tal cual es, en ese sentido son libres, se entienden muy bien y disfrutan mucho lo que les gusta, porque tienen gustos muy similares. Sin embargo, resalta que su esposa es totalmente diferente a él, es cien por ciento mamá, noble, creativa, inteligente y muy apasionada por lo que hace. De ella aprendió a ser muy noble y tolerante; le ha enseñado a respetar los pensamientos diferentes de las demás personas y que no tenemos el derecho a juzgar a nadie.
La maternidad ha sido el impacto más fuerte en su vida, ella no era una persona maternal, los bebés siempre le habían parecido lindos y tiernos, sabía que quería ser madre, pero no en el momento en el que llegó Alegra. Tuvo demasiado miedo porque no sabía nada sobre la maternidad, pero cuando recién nació su hija, tenerla en sus brazos le dio una felicidad inmensa.
En 10 años se visualiza en paz y dirigiendo muchísimo mejor sus funciones y tareas con su emprendimiento; también, viviendo en otro país. De anciana quiere vivir en la Toscana, Italia, siendo dueña de una panadería o en Villa de Leyva, Colombia, alejada de la moda, ya totalmente jubilada en su vejez junto a su esposo Ludwing y con sus hijos visitándola.
La relación con su entorno de trabajo
Una de sus empleadas en Sixxta es Jennifer Aguilar, quien conoce a Mayra desde pequeña y tienen una muy buena relación de amistad. Laboralmente es más estricta y profesional ya que mantienen distancia dentro del trabajo. Ella piensa que Mayra es una persona muy centrada en sus cosas, muy buena jefe. La admira personalmente como amiga porque tiene un corazón hermoso, en la parte profesional cuenta que es alguien que, aparte de enseñar, también ayuda a crecer en el ámbito laboral. Respecto a la marca resalta que tanto Ludwing como Mayra quieren que todos sean una familia. Jennifer ha trabajado en otros lugares y nunca vio esa cercanía y unión que posee Sixxta.
Otro de los empleados es Marcela Rodríguez, la administradora de punto de venta. Ella conoce a Mayra desde hace 7 años, desde la universidad. Su relación personal es muy buena, porque aparte de ser su jefa también es su amiga. Ella cuenta que Mayra es una persona con la que se puede sentar a hablar de lo que sea, cosas personales, sentimientos, metas, absolutamente todo. En la parte laboral es una persona que se deja hablar, si en algún momento están inconformes con algo, ella les responde de muy buena manera y con tacto, siempre acude al diálogo, les dice sus pros y contras para mejorar cada día laboralmente.
Didier Hernández es el director visual de la marca, es el actual mejor amigo de Mayra y se conocen desde el año 2012. Didier empezó desde cero a trabajar para la marca, por lo que no lo siente como un trabajo, sino que la marca también hace parte de él, ya que siempre ha estado detrás de cada idea aportando su opinión. Didier cuenta que Mayra como jefa, en un aspecto negativo a comparación de Ludwing, no es capaz de ejercer autoridad por su nobleza, ella es más llevadera y a veces es un problema porque no acatan específicamente sus órdenes al no ser una persona estricta al asignar alguna labor; por otro lado, dice que también es una persona caprichosa y que esto puede llegar a ser un aspecto tanto positivo como negativo.
Una de sus otras empleadas es Viviana Serrano, que conoce a Mayra desde hace más de 10 años y es la creadora de contenido de la marca. Ella mantiene una relación laboral con Mayra y poseen confianza, con ciertos límites de respeto. Viviana piensa que su jefa es muy humana y más aún con las mujeres, ya que ella siempre trata de entenderlas, apoyarlas y se preocupa mucho, “se coloca en los zapatos de los demás”.
Las características que los empleados resaltan de Mayra es su creatividad, ya que tiene muy buenas ideas, lo profesional en su trabajo, lo maternal con su hija de dos años, su excelente amistad, su liderazgo, responsabilidad, honestidad, respeto hacia los demás. Todos ellos concuerdan en que Mayra piensa en las demás personas y es muy soñadora; ya que lo que a ella “se le mete en la cabeza” lo tiene que cumplir. Es muy visionaria y excelente jefa; admiran que es una persona muy fuerte en el ámbito personal, laboral y profesional; no se queda atrás y siempre tiene la capacidad de levantarse ella misma y colaborar en lo que haga falta.