Desde abril del 2023, Sudán enfrenta un conflicto armado entre las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). La disputa originada por el desacuerdo sobre las integraciones de ambas fuerzas tras la caída del expresidente Omar al-Bashir, ha generado una emergencia humanitaria de gran escala.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 14 millones de personas han sido desplazadas dentro o fuera del país. Alrededor de cuatro millones han cruzado fronteras hacia Chad, Egipto y Sudán del Sur. En total, 25 millones de personas necesitan algún tipo de asistencia humanitaria y 18 millones se encuentran en situación de inseguridad alimentaria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, a través de un comunicado de Naciones Unidas, declaró: “Sudán continúa en una crisis de grandes proporciones, con la población civil como principal afectada”. Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló que el país “enfrenta un deterioro acelerado de las condiciones de vida”, y que cerca del 70% de los hospitales en las zonas afectadas no prestan servicio.
“La Fuerzas Armadas continuarán las operaciones hasta restablecer la estabilidad nacional”, aseguró Nabil Abdullah, portavoz del ejército sudanés. En Darfut y otras zonas del oeste del país, organizaciones de derechos humanos han documentado denuncias de violencia, ejecuciones y desplazamiento forzado a civiles.
Los brotes de cólera y sarampión reportados por la Organización Mundial de la Salud se relacionan con la falta de servicios médicos y agua potable. James Elder, vocero del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), expresó en una conferencia de prensa en Ginebra que: “los menores enfrentan riesgos de desnutrición, enfermedades y desplazamiento”. Según este organismo, se estima que 14 millones de niñas y niños necesitan ayuda debido a que uno de cada tres niños sufre de desnutrición aguda.
Niñas y niños como Muzdalifa están atrapados en un infierno de violencia, sin comida, agua ni medicinas en Sudán.
— UNICEF España (@unicef_es) November 6, 2025
Pedimos ACCIÓN INMEDIATA:
Alto el fuego.
Acceso humanitario seguro.
Protección de los civiles.
¡Comparte para que el mundo no olvide a los niños de Sudán! pic.twitter.com/HondqFsmWr
Los intentos de mediación internacional han resultado insuficientes. El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana el día 12 de septiembre del 2025 propuso un alto al fuego de tres meses, pero ninguno de los bandos ha cumplido los acuerdos; dejando según datos de la Organización de la Naciones Unidas 27.000 muertes hasta octubre.
La economía se encuentra prácticamente destruida. El Fondo Monetario Internacional calcula que el PIB cayómásde 30% en dos años, mientras el desempleo y la inflación alcanzan niveles de récord.
Martin Giffiths, coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, expresó: “La comunidad internacional no puede quedarse mirando hacia otro lado. El sufrimiento en Sudán es inmenso y nuestra respuesta colectiva sigue siendo insuficiente”, y pidió aumentar la financiación para programas de asistencia.
Pese a la magnitud de la crisis, la guerra de Sudán se mantiene al margen del interés mediático global, concentrado en otros conflictos. La situación continúa sin solución política, mientras los organismos internacionales insisten en que el acceso humanitario y el diálogo son fundamentales para evitar un mayor deterioro de las condiciones en el país.
Over 2 years of continuous bombing.pic.twitter.com/oomIyNx7Kq
— Sulaiman Ahmed (@ShaykhSulaiman) November 11, 2025




