“Desde niño me costaba mucho trabajo conciliar el sueño y como era pequeño no medía la gravedad del asunto, por lo tanto, no le comentaba nada a mis padres… con el paso del tiempo noté que toda mi familia paterna padecía de insomnio también, mis abuelos y padre toman pastillas para dormir, en especial mi papá quien suele ser ansioso e impulsivo lo cual pienso que podría ser un efecto del mismo trasnocho” así relata Brayan García, un chef de 25 años, al contar su historia de cómo el insomnio fue apoderándose de su vida y entorno.
German Aguirre, neuropsiquiatra y psicoanalista, define al sueño como un elemento reparador de protección neuronal y celular, vital en la vida de las personas; tanto, como mantener una alimentación saludable para así lograr una buena calidad de vida. A través de sus investigaciones ha observado que el insomnio es uno de los trastornos de sueño más frecuentes en la población actual y son fases retardadas para adquirir el sueño o sueños fraccionados, esto imposibilita que el cerebro lleve a cabo esa serie de procesos donde recupera energía, reorganiza la información recibida, almacena en la memoria determinados datos y borra otros que considera poco relevantes.
Para el psiquiatra Mauricio Escobar Sánchez, “el insomnio no solamente se da por un trastorno mental, sino también por situaciones estresantes producto de nuestra cotidianidad, el insomnio es un síntoma como la fiebre o la tos, que podría indicar un estrés por determinada situación que estemos viviendo.”
Para darle un tratamiento o solución adecuada a esta enfermedad, es importante descubrir el causante, si se trata de una enfermedad psiquiátrica o es producto del estrés, para esto es importante tener un diagnóstico hecho por un especialista experto en esta área, quien realizará una serie de exámenes y pruebas para determinar el detonante.
“El tratamiento es poder escuchar a la persona, conocer su historia personal, familiar, lo cual nos llevará a poder entender qué es lo que está expresando a través del insomnio o las crisis de angustia o depresión que no le permiten conciliar el sueño y que se pueden entender resolviendo el lenguaje oculto del sueño” explica el neuropsiquiatra y psicoanalista German Aguirre Licht.
Las alteraciones de una persona que no duerme es que puede durante el día experimentar micro sueños y estos producir accidentes fatales. Pero eso no es todo, también disminuye la atención, concentración y la memoria. No dormir lo suficiente aumenta la probabilidad de responder a estímulos emocionales de manera impulsiva e intensa, lo cual dificulta e interfiere en sus relaciones interpersonales.
Pero…¿Cómo lograr un sueño reparador?
La higiene del sueño son una serie de prácticas recomendadas o hábitos que se deben crear para lograr tener un buen sueño creadas por especialistas en esta área, las cuales son:
Fijar una hora para acostarse regular, hacer algo relajante una hora antes de disponerse a dormir, utilizar la cama solo para dormir no para realizar actividades laborales o académicas, al momento de dormir evitar los estímulos de la luz naturales o artificiales como celulares, Tv o tablets, hacer ejercicio diario durante el día y evitar el consumo de estimulantes o energizantes que obstaculicen la conciliación del sueño.