La situación en enero de ese año no era grave; la calidad de aire se encontraba en niveles buenos, y el material particulado no sobrepasaba los 37 microgramos por metro cúbico PM 2,5 (que es el límite estipulado por la Resolución 2254 de 2017).
No obstante, en febrero la situación desmejoró y pasó a aceptable. En marzo la mayoría de las cinco estaciones de monitoreo estaban en naranja —dañina para la salud de grupos sensibles— y rojo — dañina para la salud en general —. Esa, se puede decir, que ha sido la situación crítica más reciente.
Reporte del mes de marzo 2020/ Fuente: AMB
Actualmente la calidad del aire en el área metropolitana oscila entre buena y aceptable: “Bueno, la calidad del aire en Bucaramanga, si se miran los indicadores de las mediciones, no está mala (…) el principal contaminante ya identificado por estudios anteriores es el material particulado, especialmente el material particulado fino, o sea, el que tiene diámetros de 2.5 micras para abajo (PM 2,5)”, afirmóKento Magara Gómez, ingeniero ambiental y doctor en química y tecnología ambiental.
El material particulado PM 2,5 es generado por la quema de combustibles como el carbón que se utiliza en las calderas o la gasolina que se usa en los motores diésel. Precisamente, el Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) sostiene que las mayores fuentes de contaminación son los automóviles, principalmente camiones, motos de cuatro tiempos y volquetas.
“El principal problema es el tráfico vehicular, como todos lo sabemos, la infraestructura vial no cambia al mismo ritmo que crece el parque automotor. Vamos a tener más vehículos en las mismas vías por mucho tiempo”, agregóMagara. Precisamente, de acuerdo con un boletín de prensa de la Alcaldía de Bucaramanga, en el área metropolitana hasta abril de 2021 se encuentran matriculados 760.746 vehículos, de los cuales, 462.996 son motocicletas.
Así, los lugares con mayor contaminación serían aquellos donde hay mayor concentración de vehículos, como la carrera 27, la carrera 33 y la diagonal 15.
Otro ingrediente que influye en la calidad del aire de la capital santandereana y municipios vecinos, que tiende a empeorar durante febrero, marzo y abril, y son los incendios forestales y condiciones meteorológicas ocasionadas por la temporada seca en esta época del año.
La norma obsoleta y las acciones de las autoridades ambientales
Las emisiones generadas por los vehículos, son el principal foco de contaminación atmosférica en la ciudad y municipios vecinos, esto porque la norma que se tiene en el país frente a las emisiones es flexible.
Colombia se rige por las normas europeas Euro, en las que se establecen los límites de emisiones que pueden producir los vehículos. Estas han ido evolucionando hasta llegar a la Euro VI, que es la que se exige en Europa.
No obstante, la Euro VI se empezará a aplicar en Colombia a partir del 2023 según se determinó por la Ley 1972 de 2019, en esta se dicta: “A partir del 1° de enero de 2023 las fuentes móviles terrestres con motor ciclo diésel que se fabriquen, ensamblen o importen al país, con rango de operación nacional, tendrán que cumplir con los límites máximos permisibles de emisión de contaminantes al aire correspondientes a tecnologías Euro VI, su equivalente o superiores”.
Frente a esto, el ingeniero ambiental David Ávila, miembro de la Asociación Madre Tierra, sostiene que “la norma aquí en Colombia es un poco laxa, porque solo a partir de enero de 2023 todas las fuentes móviles que lleguen a Colombia deben cumplir con la Euro VI y hasta el 2035 todos los vehículos existentes deberán cumplir con esta norma. Mientras tanto, nos seguimos enfermando”.
Por estas razones, en contraposición a lo que dice Magara, Ávila cree que la calidad del aire en Bucaramanga no es buena: “en Bucaramanga la calidad del aire siempre es mala; a nivel de material particular siempre es malo, nunca es buena o muy pocos días al año es buena, pero la mayoría del tiempo es mala”.
AgregóÁvila que las autoridades locales no pueden hacer mucho frente a esta situación, solo se limitan a hacer monitoreos a través de las cinco estaciones que se encuentran en el Colegio Nuestra Señora del Pilar (Ciudadela Real de Minas), sede C de la Escuela Normal, Instituto Caldas, Casa del Adulto Mayor en Girón, y Parque Acualago en Floridablanca.
“Mantenemos informada a la comunidad. Constantemente nos mantenemos monitoreando el sistema de vigilancia con el fin de que, en cualquier momento, empiecen a aumentar las concentraciones, para tener conocimiento del porqué se da el aumento”, afirmó Oscar Rojas, coordinador del Grupo de Calidad del Aire del AMB.
Igualmente, en caso de que se presente una crisis como la del 2020, la función del AMB será tomar medidas como pico y placa ambiental o restricciones a las industrias, dependiendo de los niveles de concentración de los contaminantes.
Las enfermedades por la contaminación atmosférica
En términos generales, la contaminación atmosférica “es responsable todos los años de muchas crisis respiratorias en pacientes con asma o con enfermedad pulmonar, y favorece que las personas sean más susceptibles a complicarse después de infecciones respiratorias como la influenza”, sostuvo el neumólogo Alberto Barreto.
Quienes más afectadas por la mala calidad del aire son los que padecen enfermedades como fibrosis pulmonar, tumores pulmonares, fibrosis quística, entre otras.
Magara explicó que estas partículas “se empiezan a acumular en las paredes de los pulmones, después de una exposición prolongada estas van perdiendo flexibilidad y pueden ocasionar problemas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica”. Detalló que el material particulado puede llegar al torrente sanguíneo y generar diferentes enfermedades, entre ellas cáncer.
Bucaramanga y las ciudades principales
Según Kento, la calidad del aire de Bucaramanga es mejor al de ciudades como Medellín, Bogotá o Cali. Entre las razones se cuentan que Bucaramanga es una ciudad menos industrializada que estas tres capitales, además de que circulan menos vehículos. Por ejemplo, en Bogotá hay 2’400.000 automóviles circulando, una cifra mucho más alta que en el área metropolitana de Bucaramanga.
Por otro lado, la ubicación topográfica de las ciudades como Medellín o Cali favorecen la mala calidad del aire, debido a que ambas capitales se encuentran ubicadas en valles, por lo que no hay circulación de las masas de aire y que los contaminantes no se dispersen. En cambio, Bucaramanga se encuentra en una meseta, lo que permite una mejor circulación del aire.
Por esto, la calidad del aire se encuentra en mejores condiciones que en otras capitales, no obstante las concentraciones de partículas pueden aumentar debido a diferentes factores meteorológicos, lo que afectaría a poblaciones vulnerables.
Ávila resaltó que es necesario que se tomen acciones a nivel nacional para que las normas que se aplican frente a las emisiones de los vehículos sean más actualizadas, y así disminuir el impacto de los contaminantes que generan los vehículos, uno de los asuntos que más preocupa para tener una buena calidad del aire.