En el año 2019, Oscar Fernando Meza, más conocido como Matacho, fue ingresado de urgencia a la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, debido a un caso grave de dengue y con pocas probabilidades de mejorar. Fue en ese momento cuando Oscar vio su vida pasar frente a sus ojos y se dio cuenta de que la había desaprovechado totalmente, que nunca hizo algo diferente ni salió de la rutina y que jamás guardó un solo recuerdo o experiencia valiosa. Tener una segunda oportunidad lo hizo prometer que disfrutaría al máximo y no volvería a caer en la monotonía que tanto tiempo le hizo perder.
Oscar siempre quiso viajar por Colombia y conocer cada rincón del país, pero nunca había tomado la iniciativa. Fue aquella difícil situación de salud la que le dio el empujón que necesitaba para dar el primer paso y hacer aquello que tanta vida y experiencias nuevas le traería; una nueva etapa acababa de empezar.
Luego de superar la enfermedad y ser dado de alta de la UCI, comenzó los preparativos para su primer viaje, el cual sería por toda la costa colombiana; así que salió de su casa con el tanque de su moto medio lleno y con solo setenta mil pesos, aunque luego pudo aumentar esa suma a trecientos mil, después de cobrar un dinero que le debían; aun así, estos se le acabaron en la mitad del viaje, por lo cual no podía pagar un hospedaje y tuvo que dormir en la calle.
El día siguiente llegó a Cartagena y aprovechó para dar un paseo por cada rincón de la ciudad; después se dirigió a Barranquilla donde “por fin la suerte estuvo de su lado”, pues consiguió una posada. Con el pasar del tiempo, se fue para Santa Marta con destino final en Minca donde encontró su punto de quiebre, pues el dinero se había agotado casi en su totalidad, lo cual lo limitó a comer una o dos veces al día y buscar desesperadamente un sitio para dormir, porque no podía costearse un hostal.
En ese momento comenzó a valorar las comodidades que tenía en su hogar y descubrió lo que era pasar necesidades estando totalmente solo. Pero, a pesar de las adversidades, continuó con su viaje conociendo más lugares de la costa colombiana como Palomino, Valledupar y Guatapurí. Dicho viaje duró aproximadamente 20 días, cuando regresó, había bajado mucho de peso debido al hambre que, como se dice en Santander: 'tuvo que aguantar'.
Luego de vivir esa experiencia, sintió que debía compartirla con las demás personas, no solo para que conocieran sus vivencias, sino también para motivarlos a conocer la nación y salir de la cotidianidad. En aquel momento decidió compartir sus viajes en su cuenta de Instagram y canal de YouTube. De esta forma se dio a conocer en la ciudad de Bucaramanga motivando a los demás con sus viajes. Por lo cual, múltiples personas le escribieron para preguntarle cómo lo hacía.
Oscar narra que el dinero que gasta en cada viaje puede ser variado, dependiendo de las comodidades y los gastos que haga en cada sitio que visita, pero en sí, lo que consume notablemente es la gasolina para su moto.Él calcula cuánto gasta su medio de transporte entre cada sitio que visita para saber con cuánto dinero debe tanquear y cuántas paradas debe hacer; por ejemplo, invierte de Bucaramanga a Santa Marta por lo menos treinta mil pesos en gasolina, por lo tanto, serían sesenta mil de ida y vuelta, solo en combustible. Asimismo, dice que para recortar gastos en sus viajes suele acampar, pedir posada y dormir por carretera.
Pensarlo es sencillo, pero llevarlo a cabo no tanto; por consiguiente, manifiesta que antes de “adentrarse a la aventura”, se prepara psicológicamente, pues sabe que muchas veces tendrá que pasar alguna necesidad y que el viaje no será con muchas comodidades; ligado a lo anterior, prepara su moto para el trayecto y hace un inventario de cada cosa que debe revisar como frenos, aceite, cadena, llantas, etc.
Él comenta que esta actividad no es para nada fácil y se necesita una gran resistencia mental y física, tanto conductor como pasajero, además que el viaje se puede volver pesado y monótono. De este modo, recomienda a los viajeros que traten siempre de estar enfocados en la meta, que cuando se sientan cansados, piensen en el destino increíble que les aguarda para motivarse y que presten atención a los pequeños detalles en el camino. A su vez, aconseja hacer paradas cada cierto tiempo para descansar, hidratarse y comer, con el fin de recargar energías y continuar con el camino; de esta forma, será mucho más llevadero y ameno.
Al día de hoy, Oscar ha recorrido más de 100.000 kilómetros en su moto y ha visitado muchos lugares de Colombia. “Suelo ver bastante los videos de Matacho y sus viajes, me llaman mucho la atención, creo que promueve el turismo en Santander, como en otras partes de Colombia, he tenido la oportunidad de viajar en mi moto junto a él, siento que es una gran experiencia”, expresó Fabian Sotelo, un compañero de su trabajo.
Meza cuenta que el apoyo que recibe por parte de sus seguidores es lo que más lo motiva a seguir viajando y compartiendo sus experiencias, en cuanto a su familia y amigos, comenta que al principio lo tachaban de “loco” por las cosas que hacía, pero ahora lo apoyan incondicionalmente y se sienten orgullosos de lo que hace e incluso, cuando estos pueden, le ayudan para que pueda realizar sus viajes, por lo que nunca le falta "esa chispa de esperanza”.