La técnica, el acondicionamiento físico, la flexibilidad, la postura correcta, el peso ideal, ser bailarina es un proceso de compromiso, de pasión, de trabajar día tras día en perfeccionar cada movimiento. Cuando Yuri Urrego emprendió esta travesía hacia el mundo de la danza no esperó encontrarse con tantos retos, pero eso sí, estaba preparada y dispuesta a dar todo de ella, todo por bailar por un sueño.
El 24 de enero de 1994, nació en el pueblito de Guateque, en Boyacá, Yuri Urrego, una niña que bailaba sin parar y que desde pequeña descubrió su vocación por la danza, ese arte que pronto se convertiría en su estilo, profesión y sustento de vida. Todos los días buscaba la forma de practicar, de mover su cuerpo, lavando la loza al compás de la música, haciendo las labores que fueran necesarias para que tuviera ese ratico libre para sus ensayos."Se bailaba hasta un villancico”, cuenta su mamá, Aura Bohórquez.
“La pasión por el baile siempre fue innata, eso estaba en mí, desde que tengo uso de razón”, comenta Yuri, quien estaba tan fascinada con cada cosa que descubría sobre la danza y era tanta su admiración por los bailarines profesionales que siempre buscó la forma de seguir aprendiendo, fue así como veía eventos, películas, shows, todo lo que estuviera relacionado para continuar ese sueño. Ella estaba segura de que algún día estaría pisando los mismos escenarios.
Para empezar con esta carrera tuvo que enfrentar a su familia. Cuando terminó el colegio, ella les comentó sobre su anhelo por convertirse en una deportista o bailarina profesional, pero sus padres no querían que viviera de eso, no la apoyaron, querían algo que le diera una economía más estable. Le decían: “Si usted estudia otra cosa que si le dé plata le apoyamos la carrera o entonces se la paga usted”. Y así fue, ella nunca desistió, eso era lo que le gustaba, ella estudiaría lo que más le apasionaba.
Su mamá decidió apoyarla después de ver el compromiso y la seguridad con la que Yuri afirmaba su amor por la danza. Con mucho esfuerzo empezó a estudiar Educación Física y Deportes en la Universidad Pedagógica Nacional, pero a la vez ingresó a una academia en la que conocería a alguien que ha sido un gran apoyo durante todo el proceso de crecimiento como bailarina profesional y fue él, su primer maestro de salsa: Diego Valbuena. Le enseñó todo lo que sabía con paciencia y dedicación, con todos los procesos, ensayos tras ensayos comenzaron su trabajo en equipo como pareja de baile.
Yuri siempre había querido tener una escuela de deportes recreativos o una academia de baile. Viajaron hacia la ciudad de Bucaramanga y así iniciaron el proceso de montaje de su academia Clave Latina desde enero del 2011, pero vendrían muchos retos y oportunidades. Era difícil mantener una academia sin los fondos suficientes, pues ella era nueva en la ciudad. Buscaron muchas formas de mostrar su talento, por lo cual, decidieron participar en Colombia Tiene Talento 2012, un reality que los daría a conocer por sus habilidades y a pesar de que no fueron los ganadores crecieron poco a poco, mejorando su estilo. Gracias a cada reto, su academia ha crecido y cuenta con muchos estudiantes reconocidos mundialmente que comparten la pasión por ese arte.
Los sacrificios que tuvo que enfrentar y que la pusieron a prueba dieron sus frutos. “Algunas veces me siento agotada, pero lo que me ayuda a levantarme y a salir adelante es la emoción que tengo al pisar un escenario, al ponerme el traje con mi maquillaje y al estar en el show se me olvidan todos los problemas. Me siento completa”.
Al concluir esa etapa de estudios nunca dejó de perseguir ese sueño: “Mi mayor logro ha sido poder viajar bailando”. Gracias a esa pasión, nunca dejó de tener esa perseverancia por alcanzar sus metas.
Yuri, actualmente, tiene 27 años, es directora de Clave Latina y ama a sus estudiantes. “Ella ha sido fuente de inspiración para muchas personas, es una mujer muy disciplinada y responsable”, comenta Monserrate Sanabria, estudiante de la academia.
Hoy en día es muy reconocida en el ámbito nacional e internacional y ha participado en eventos de alto nivel como: El Festival Mundial de Salsa en la ciudad de Cali, World Latin Dance Cup en Miami, y como invitada especial en el Congreso de salsa y bachata de Benidorm, en España. La bailarina desea seguir capacitándose en la danza, quiere estar dispuesta a practicar las nuevas tendencias, los diferentes ritmos y estilos, llenándose de arte de todas las formas posibles.