Las consecuencias del confinamiento y la cuarentena estricta llevaron a muchas empresas a cerrar, a personas sin empleo y a estudiantes a desertar de sus estudios para buscar otras opciones de ingresos para sostener a sus familias. La resiliencia ha permitido que las personas salgan adelante y los actuales procesos de reactivación económica les han permitido un respiro.
Es así como en el Distrito Especial de Barrancabermeja se ha visto un crecimiento de emprendimientos, muchos de estos iniciados por jóvenes. El pasado jueves 8 de abril, 19 empresas nuevas se reunieron con el alcalde en una exposición del talento y potencial que se tiene desde lo local.
La industria de alimentos y bebidas es una de las que más genera ideas de empleo. Entrevistamos a cuatro jóvenes entre los 18 y 26 años que están al frente de sus ideas de negocio; tres de ellos están de acuerdo en que la industria alimenticia es una en la que siempre habrá demanda, pues siempre serán tenidos en cuenta los postres, panes u horneados a la hora de demostrar afecto o cariño hacia otra persona.
Por su parte, como lo afirma Jeison Alvarado, representante de ‘A la fija licores’, Barrancabermeja es una ciudad cuyo índice de consumo de alcohol es alto, a pesar de la pandemia esto se ha mantenido y su proyección a futuro es continuarlo y llegar a crecer para ser un gran distribuidor. El negocio nace de una charla con su hermano y una amiga y decidieron emprender para ayudar con los gastos de sus hogares; en esto último todos coinciden.
Juan Carlos Meza es ingeniero de profesión, pero desde hace años encontró un gusto y pasión por los postres y se propuso aprender a hacerlos; hoy en día busca mejorar sus técnicas y perfeccionar sus sabores para complacer y llegar a más clientes. Comenta que, al normalizarse las cosas, quiere llegar a crecer lo suficiente para que ‘Postres Grandiosos’ llegue a ser una pastelería en donde las personas puedan sentarse a disfrutar de sus creaciones.
Para Andrea Carolina Pérez y Leonardo Yépez, Psicóloga y Abogado respectivamente, ha sido un reto sacar un negocio adelante cuando ambos cumplen con otros trabajos, pero la idea de vender rollos de canela es algo que, como dice Andrea “es un sueño de hace tiempo”. Dentro de sus dificultades se encuentra organizar los tiempos entre trabajar en sus profesiones y dedicarse a ‘Carocannellerolls’, pero tienen claro que quieren continuar en esta industria al momento de lograr una normalidad.
Y finalmente, con 19 años, Félix Eduardo Macías decidió pensar en una idea de negocio que no fuese muy común en el puerto petrolero y encontró en las donas una decisión para emprender. En esta microempresa trabajan Félix, su novia, su hermana y el muchacho que les ayuda con el domicilio.
Al principio, cuenta Macías, era muy difícil estar preparando las donas, rellenándolas y decorando las cajas junto a su novia, y él encargarse de hacer los domicilios, pero gracias a Simeón ha bajado esa carga. A pesar de llevar tres meses en este empleo pasaron de tener de tres a cinco o 10 pedidos, a llegar a recibir alrededor de 30 o 40 solicitudes de cajas de donas. Su visión del futuro es tener su propio local con mesas y sillas, en donde el cliente pueda llegar y disfrutar de estos panes dulces por unidad y no necesariamente una caja de seis.
El COVID-19 ha dejado muchas pérdidas pero, también ha ofrecido a las personas la capacidad de buscar una alternativa y estos jóvenes piensan en seguir con sus labores esté o no el virus activo, pues como lo expresó alguno de ellos: "Lo importante es hacer felices a los clientes y que quieran volver a confiar en nuestro trabajo".