Opinión
Por estos días el llamado de las autoridades y de los gobernantes ha sido crucial, el lema es, ¡quédese en casa! y aunque pareciera algo tan sencillo, para algunos, no lo es.
El Covid-19 no respeta el género, la edad ni mucho menos la raza, pero sí es capaz de afectar mucho más a los adultos mayores. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, las personas mayores de 60 años que padecen de enfermedades como hipertensión, afecciones cardiacas, diabetes, entre otras, son más propensos a desarrollar el virus y aunque son múltiples las advertencias que se hacen sobre las respectivas precauciones como el constante lavado de manos, el cubrimiento de boca al toser o estornudar, hay quienes quizás consideran que el jengibre puede más que cualquier cosa.
Si bien es cierto la cuarentena no ha sido fácil, afecta a nivel psicológico y social y más cuando las personas mayores no quieren entender la importancia de que se queden en casa. Algunos piensan que esta situación es estrategia del gobierno para acomodar la economía a su favor, otros consideran que esta situación se desencadenó por los conflictos que tienen Estados Unidos y China y algunos pocos lo reciben como una decisión tomada por los políticos más poderosos del mundo, para disminuir el tamaño poblacional del planeta. Pero el gran interrogante es ¿cómo hacemos para que los adultos mayores entiendan que esto no es una simple gripa y que no se cura con jengibre? Algunos psicólogos dicen que la falta de compromiso por parte de esta población, se ve arraigada a una serie de costumbres tradicionalistas. “Si un joven no hace caso, ¿cómo le vamos a exigir a una persona mayor que lo haga?”.
Otro factor que está en juego es el abandono familiar y del estado por el cual pasan muchos adultos mayores, el hecho de no tener una pensión o un aporte económico, los obliga a salir a la calle en búsqueda de su sustento diario.
El Gobierno Nacional estipuló el toque de queda para personas mayores de 70 años hasta el 30 de mayo de 2020, pero en esta medida no se está contemplando equitativamente, puesto que si no se destinan recursos para suplir las necesidades básicas de estas personas, lo más probable es que opten por salir a las calles ‘al rebusque’.
Por ello como familia, amigos y allegados cercanos de esta población, nos queda el reto de acompañarlos, tener paciencia a pesar de que algunos sean ‘necios’, explicarles la importancia del autocuidado en esta etapa de Covid-19 y recalcarles lo fundamental que es realizar actividades físicas y de ocio; además, debemos garantizar que ellos estén informados sobre todo lo que acontece con este virus y cómo se va desarrollando esta situación en nuestro territorio.