“Uno no puede amar lo que no conoce”, dice Camilo Espinoza, narrador socorrano, mientras recuerda que hace muchos años sus abuelos le contaban historias sobrenaturales que erizaban la piel. Historias que aprendió y transmitió con ese legado de tradición oral, conformado por mitos, leyendas y refranes populares para las nuevas generaciones; una labor por la cual fue declarado Patrimonio Cultural Viviente de Santander. Al sur de este departamento se encuentra la cuna de la libertad colombiana, El Socorro: pueblo conocido por dar el primer grito de independencia, pero también porque entre el ruido característico de su parque, Plaza de Armas, se oyen los cuentos no solo de Camilo, sino de otros narradores que conservan la tradición.
Tan mágica es la función de estas narraciones como el relato mismo; más que lagunas bravas, diablos, sirenas y apariciones de condes, estos seres del más allá cumplen con un rol integrador, cultural, económico y social, significativo para el territorio. Una investigación realizada por la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, muestra cómo aquellas historias transmitidas de generación en generación, permiten adentrarse en el imaginario colectivo. Explóralas a través de esta ruta de los espantos, donde se revelan aspectos fascinantes y misteriosos de su sabiduría popular.
Una investigación realizada por la Universidad Pontificia Bolivariana, muestra cómo estas historias transmitidas de generación en generación, permiten adentrarse en el imaginario colectivo.
La niña del Teherán. Usted toma un bus hasta El Socorro y en la entrada del municipio lo primero que verá es el diablo, una niña, su madre y la Virgen. Usted se para a contemplar el monumento y si tiene pinta de turista, seguro un señor de esos que toman tinto todo el día, se le acercará a preguntarle: - ¿usted sabe por qué El Socorro se llama El Socorro? Le contará que hace unos ayeres en las montañas socorranas, vivía una niña tan desobediente que el diablo venía a llevársela, pero el llanto desesperado de la madre pedía socorro. Para sorpresa de ella, se le apareció la Virgen y liberó a la niña de las garras demoníacas. Así es como se le otorgó el nombre al pueblo, El Socorro, en gratitud eterna hacia ella.
Momento en que la Virgen viene a socorrer a la niña, la cual el diablo se iba a llevar. Ilustración: Yennifer Guarín.
Esta historia cobra mucho más sentido cuando el director de la investigación, Oscar Rueda, señala que este mito, además de ser uno de los más arraigados, tiene un rol explicativo y una influencia que moldea los valores tradicionales. Dicho relato estableció una fuerte conexión religiosa con la figura de la Virgen del Socorro; destacando la importancia de preservar y valorar estas herencias culturales, ya que ayudan a comprender, plenamente, la historia e identidad del pueblo.
La sirena de la Basílica. Nadie la ha visto, pero su singular canto ha cautivado a los habitantes socorranos y a quienes visitan la localidad. La presencia de la sirena en la Basílica Menor Nuestra Señora del Socorro, ha generado un estrecho lazo entre el patrimonio material e inmaterial de la región. Por un lado, el patrimonio material se manifiesta en la arquitectura imponente y majestuosa de la Basílica, pues ha sido un punto de referencia y símbolo de la fe en El Socorro. Mientras tanto, el patrimonio inmaterial se expresa a través del mito de la sirena que, según el relato, reposa en esta ubicación sagrada.
La presencia de la sirena en la Basílica Menor Nuestra Señora del Socorro, ha generado un estrecho lazo entre el patrimonio material e inmaterial de la región.
En la superficie se escucha el canto de la sirena bajo las estructuras de la Basílica. Ilustración: Yennifer Guarín.
Esta convergencia entre dos mundos, según Luis Caballero, investigador de campo del proyecto, explica cómo lo tangible e intangible se entrelazan y conectan; lo que, a su vez, influye en la forma como los habitantes se relacionan con su patrimonio. La Basílica, como estructura física, adquiere un significado aún más profundo al ser el escenario de esta tradición oral. Asimismo, invita a reflexionar sobre la importancia de resguardar y apreciar, tanto el legado arquitectónico, como la oralidad; puesto que juntos forman parte esencial de la cultura y los valores religiosos de El Socorro.
Lagunas bravas. Con su aura de misterio y belleza natural, han despertado la curiosidad de los turistas, quienes han tenido un impacto relevante en la economía local. Un flujo constante de turistas que se sientan atraídos por las Lagunas bravas, generaría una importante actividad económica en la región. Así, se establecerían servicios turísticos como hospedajes, restaurantes, guías y empresas de aventura; lo cual proporcionaría empleo y oportunidades de negocio a la comunidad del lugar.
Lagunas bravas socorranas que al arrojarle piedras a sus aguas, enfurecen y atraen lluvias tormentosas. Ilustración: Yennifer Guarín.
Sin embargo, la investigación manifiesta una preocupación por el deterioro de las tradiciones orales; ya que el resultado del abandono a la memoria, sería irreparable para la cultura de El Socorro. Gran parte de la responsabilidad de este descuido ha sido del gobierno, que no ha generado políticas públicas efectivas para preservar y divulgar lo intangible.
La investigación manifiesta la preocupación por el deterioro de las tradiciones orales; ya que el resultado del abandono a la memoria, sería irreparable para la cultura de El Socorro.
Los sepultureros. Así como estos les arrancaban los dientes de oro a los muertos, así el Estado está maltratando el patrimonio vivo. La narrativa y la oralidad se desvanecerán con el tiempo si no se encuentran las estrategias necesarias para perpetuar lo vivo. De este modo, la investigación reconoce cómo se le ha otorgado más importancia a preservar la herencia cultural que puede ser enfrascada en museos o esculturas; en lugar de atender y salvaguardar estas narraciones sobrenaturales. Aquellas historias, más que solo ser un legado vivo, protegen la tradición, recuperan la memoria e impulsan un turismo mágico en armonía con el medio ambiente. Es fundamental rescatarlas y valorarlas como parte esencial del patrimonio cultural en el país.
La narrativa y la oralidad se desvanecerán con el tiempo si no se encuentran las estrategias necesarias para perpetuar lo vivo.
Dejarse fascinar. Convivir con el pasado no es solo un compromiso en voz de los narradores o en la normativa del Estado; también requiere una participación activa de la comunidad, para proteger y apropiar su memoria cultural. La invitación está abierta a todos aquellos que se sientan atraídos por el cura sin cabeza, los túneles misteriosos, la mujer de la Guayacana y todos estos personajes que han tenido la función de proteger la herencia viva. Así pues, la importancia radica en la unión de esfuerzos para preservar estas tradiciones y lograr una conexión profunda con la identidad colectiva.
Ficha técnica: Este artículo periodístico recoge los resultados del proyecto investigativo: Recuperación del patrimonio oral: historias de casas embrujadas, aparecidos y espantos en el municipio de El Socorro (Santander). Camino para formular itinerarios turísticos desde la oralidad.
Grupos de investigación encargados: TIC y Ciudadanía; G.I. en Estudios sobre Cultura, Derechos Humanos y Muerte.
Seccional UPB: Bucaramanga.
Autores del proyecto de investigación:Óscar Eduardo Rueda Pimiento, Jaqueline Estévez Lizarazo, Giovanni Bohórquez-Pereira.