Los relatos de Maira Alejandra Duarte y los expertos entrevistados reflejan las barreras que enfrentan los deportistas de alto rendimiento en Santander, y las deficiencias en la política pública del deporte.
En el suroccidente de Bucaramanga, capital del departamento de Santander, está ubicada la Villa Olímpica del Américo Montanini. En el núcleo de esta están las piscinas de paranatación donde, desde las 7 de la mañana, entrena Maira Alejandra Duarte Calderón. A sus 19 años, esta mujer ya ha representado a Santander en competencias nacionales e internacionales. De estas resalta su participación en los Juegos Para-panamericanos 2023, en los que obtuvo una medalla de bronce, lo que señala como su mayor logro en su carrera deportiva hasta el momento.
Maira Alejandra Duarte no solo ve en la natación un deporte, sino una fuente de motivación y superación personal. “Esa adrenalina es chévere…como que motiva”, señala la deportista con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque reconoce que el deporte no tiene la misma visibilidad que otros, como el fútbol, se siente apoyada y valora el respaldo que recibe del Estado y de las organizaciones deportivas. “Cuando realmente apoyan, pues apoyan muy bien”, menciona esta mujer.
Sin embargo, también es consciente de las limitaciones del apoyo financiero. “Normalmente apoyan cinco o seis meses…pero nunca es estable todo el año”, agrega con cautela. Frente a este tema también expresa su preocupación Ariel Fernando Rojas Rodríguez, director del Instituto Departamental de Recreación y Deportes de Santander, Indersantander, quien indica que ya han discutido con el ministerio de deporte para que se le inviertan recursos a reserva y talento, es decir, deportistas que apenas están naciendo. “Muchos al no sentir el apoyo del estado se retiran y no continúan el ciclo olímpico”, lamenta el Director.
Esta falta de continuidad económica genera incertidumbre para los deportistas de alto rendimiento, quienes dependen de estos recursos para cubrir entrenamientos, viajes y equipos necesarios para mantener su nivel competitivo. “A veces a los deportistas y a los entrenadores les toca sacar plata extra, hacer las famosas rifas, sacar plata prestada”, recalca Santiago Mayorga Gómez, profesional en cultura física, recreación y deporte.
Adicionalmente, esta falta de apoyo financiero queda en evidencia cuando se analiza la infraestructura del deporte en Bucaramanga. “Hace falta la creación de nuevos escenarios, sobre todo en los sectores populares”, resalta Harold Camilo Sánchez Forero, experto en el tema. Esto se establece en el Plan de Desarrollo de Santander 2020-2023, en el cual se reconoce la exclusión de varios grupos poblacionales y la falta de programas inclusivos que respondan a las necesidades de las personas con discapacidad, minorías étnicas y otros grupos vulnerables.
A pesar de que en el Plan de Desarrollo de Bucaramanga 2024-2027 establece que para sostener los escenarios deportivos del municipio están destinados entre 35 a 44 millones mensuales; no hay una evidencia contundente de esta ‘inversión’. “Realmente son todos los escenarios deportivos que hoy requieren inversión porque todos están en pésimas condiciones”, afirma el director del Indersantander.
Como resultado, el rendimiento de los deportistas se ve afectado, reduciendo la competitividad de la ciudad y limitando la cantidad de representantes en eventos nacionales e internacionales. Ariel Fernando Rojas comenta que en los últimos años Santander no ha superado el octavo puesto en los Juegos Nacionales, y estos siempre son liderados por departamentos como Antioquia. “Mientras nosotros tenemos 90 mil millones para el cuatrienio solo Antioquia tiene 180 mil millones para el año”, señala, evidenciando el insuficiente apoyo financiero, administrativo, logístico, técnico y de formación a los clubes y organizaciones deportivas locales.
Aunque se deberían estar buscando soluciones para mejorar la política pública del deporte en Santander, Ariel Fernando Rojas expresa la preocupación por parte del Indersantander, pues “en el presupuesto presentó el gobierno nacional al congreso para aprobarse el año entrante, le recortaron casi un billón de pesos al deporte”, comenta. Esta reducción presupuestaria pone en riesgo el desarrollo y sostenibilidad de programas deportivos que benefician a comunidades y atletas en todo el país.
La reducción del presupuesto amenaza con limitar aún más los recursos destinados a la accesibilidad, el equipamiento adaptado y el acompañamiento técnico especializado, elementos fundamentales para garantizar la participación y desarrollo pleno de los atletas paralímpicos. Este es un tema que reocupa al entrenador de la Selección Colombia y Selección Bogotá de Para natación, pues implica una dificultad extra para sus deportistas. “Inicialmente ya hay unas dificultades de carácter social por todos los temas de la discapacidad”, agrega.
Además, aunque el Plan de Desarrollo de Santander 2024-2027 establece un enfoque multicultural e inclusivo, buscando integrar a comunidades marginadas como personas con discapacidad y grupos minoritarios, este no logra ser evidenciado en su totalidad por Maira Alejandra Duarte. “Hay que mejorar la visibilidad del deporte, darlo a conocer”, señala, convencida de que su deporte puede mover masas.
Pese a los avances y los esfuerzos realizados, la realidad es que aún queda un largo camino por recorrer para garantizar un apoyo sólido y continuo a los deportistas de Santander, especialmente a aquellos con discapacidad. Sin embargo, Maira Alejandra Duarte Calderón continúa ejerciendo su deporte, aquel que le da un sentido de vida, comprometida y convencida de que “resaltar depende de cada deportista”.