El Síndrome de Ovario Poliquístico es un trastorno endocrinometabólico que afecta a una de cada quince mujeres en el mundo, según el Grupo de Investigación en Ciencias Biomédicas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Tunja), evidenciándose por diversas causas en el organismo de una mujer.
En Colombia según el Ministerio de salud y las IPS no existe un dato exacto de cuántas mujeres puedan tener este síndrome anualmente, ya que al ser multifactorial su diagnóstico es complejo y se llega a confundir con otro tipo de enfermedades.
La ginecóloga Margarita Navarro habló para Plataforma UPB y aseguró que, este síndrome afecta neurológica, metabólica y endocrinológicamente el cuerpo de la mujer, llevando a una disfunción en su ciclo menstrual, presencia de quistes en sus ovarios, además de la poca producción o anulación de los andrógenos en el ovario y de insulina en el cuerpo, también hace referencia a la carga genética que este síndrome tiene, afectando a las mujeres de una misma familia en diferentes generaciones.
Así mismo, la ginecóloga Lizeth Garzón, comenta que esta patología desencadena obesidad, resistencia a la insulina, amenorrea (ausencia de menstruación), presencia de acné, oscurecimiento de la piel y vello en zonas no comunes, entre otras consecuencias que afectan la salud física y emocional de la mujer, por esta razón recomienda acudir a un ginecólogo ante cualquier anomalía en el ciclo menstrual de cada mujer.
Mujeres como Andrea Suarez y Lizeth Salcedo padecen de este síndrome y afirman que esta enfermedad debería ser conocida por todos, pues afecta a muchas mujeres. En el caso de Lizeth, quien identificó a una edad temprana que algo no estaba bien, manifestó: “Podían perfectamente pasar seis, siete u ocho meses y yo no menstruaba, por lo cual eso para mis papás fue como el signo principal para llegar y decir, ´Ok, hay que ir y revisar lo que está pasando´”, Lizeth comenzó su tratamiento a la corta edad de 14 años y en este momento le ha dado un respiro a su cuerpo de las pastillas anticonceptivas.
A diferencia de Andrea, quien hizo caso omiso a los signos que su cuerpo le mostraba y fue hasta sus 18 años que decidió acudir a un profesional, para ella el enterarse cómo el síndrome podía afectar su proyecto de vida de crear una familia, tuvo consecuencias emocionales que la llevaron a pensar en un futuro negativo.
La alimentación y la psicología como aliados
Desde el área de la nutrición, Karime Escobar expresa que este síndrome debe ser controlado no solo en un tratamiento hormonal, sino con cambios del estilo de vida como lo son una buena alimentación basada en productos cien por ciento naturales y actividad física. La comida chatarra no debe estar presente en el cuerpo de una mujer con Síndrome de Ovario Poliquístico.
Y para el psicólogo Miguel Méndez es importante que una mujer visite regularmente a un especialista en psicología para comprender lo que sucede con su cuerpo y controlar sus afectaciones emocionales a través de estos cambios que llegan a desencadenar depresión o ansiedad en las mujeres que lo experimentan.