Foto portada: Biblioteca Nacional de Colombia
Foto contraportada: @pili_quintana
¿Cuántos libros escritos por mujeres colombianas estaban y están dentro de las lecturas clásicas obligatorias en los colegios? ¿A cuántas escritoras colombianas ha leído? Este par de preguntas aparecen para hacer evidente que, en general, los referentes literarios que se tienen son hombres. Justamente, algunos de los autores que se leen en la primaria y secundaria son Rafael Pombo, Jorge Isaacs, Héctor Abad, el infaltable Gabriel García Márquez, entre otros. Lo anterior se hace aún más evidente al conocer sobre el proyecto “Biblioteca de Escritoras Colombianas” realizado por el Ministerio de Cultura, dado que al ver los nombres de las escritoras escogidas, se suelen conocer muy pocas de ellas.
El proyecto nació con el objetivo de promover el trabajo de escritoras colombianas, al ser conscientes que esta población ha sido históricamente marginada en el país. Se halla dentro de las obras seleccionadas, escritoras de la Colonia hasta las nacidas en la primera mitad del siglo XX, por lo que una de ellas, Francisca Josefa del Castillo, incluso falleció antes de que se creara el Primer Colegio femenino en Colombia en 1783, que fue fundado "para la educación cristiana, política, enseñanza y labores propias de las doncellas". Dicha educación estaba encaminada a formar mujeres para casarse o ir al convento, una muestra del abismo que había entre las posibilidades y que tenían para educarse. Además, las dificultades propias de abrirse camino en la literatura y que sus libros circulen fundamentan el propósito del proyecto al buscar que estas escritoras y sus creaciones sean conocidas y se les reconozca su valor, las que por cuestiones propias de la época y la mentalidad social imperante no fue posible que se les otorgara.
FOTO: Twitter (@mincultura)
La iniciativa tiene sus bases en el movimiento “Colombia tiene escritoras” que nació en 2017, al cual se unió Pilar Quintana, parte fundamental del grupo editorial del proyecto, junto a otras autoras. Este movimiento se generó debido a la indignación que produjo la invisibilización de las escritoras en eventos como la Biblioteque de l’Arsenal de París, dado que la delegación que iba en representación del país estaba completamente conformada por hombres.
Esto dio pie a que se juntaran varias mujeres, lideradas por Quintana, para crear una base con las autoras del país y que terminó demostrando que hay un completo desconocimiento de la tradición literaria de escritoras colombianas.
Además de Quintana, María Antonia León y Natalia Mejía formaron un comité editorial compuesto por escritoras, editoras, gestoras culturales, libreras que contaban con conocimientos especializados en literatura afrocolombiana, indígena, entre otras, lo que facilitó reconocer en nombres de autoras y sus obras escogidas tuvieran una amplia variedad, en cuanto a contextos sociales, políticos, económicos y personales.
Luego del proceso de negociación de los derechos de autor con los herederos de las obras, escogieron 18 autoras. En el proceso de reedición se encontraron con que el libro de Silvia Galvis “La mujer que sabía demasiado” había sido censurado por la editorial que en su momento la había publicado. Dicha censura se había dado en razón a que esta obra de ficción estaba basada en los expedientes del proceso 8000. El heredero de esta obra les proporcionó la versión original del escrito, en la cual pudieron evidenciar la gran diferencia que había entre los dos textos, siendo finalmente publicada la versión original. Lo anterior demuestra el fuerte impacto producido por el proyecto, al no solo resaltar obras que habían sido olvidadas sino también dejar que se conociera el mensaje completo que en un principio las autoras querían comunicar.
En razón a que querían garantizar que la divulgación de las obras fuera más amplia decidieron que, además de enviarlas a las bibliotecas públicas, estas circularían en el mercado por medio de una alianza realizada con editoriales independientes para que se encargaran de su venta y comercialización. Dicha alianza se logró con 11 obras, por lo que las restantes se encuentran en formato PDF en la página web de la Biblioteca Nacional de Colombia, lo que permite que la población tenga un acercamiento a la literatura al tener un acceso más sencillo a algunas de los textos.
El proyecto “Biblioteca de Escritoras Colombianas” reivindica la literatura colombiana escrita por mujeres de distintas épocas y contextos y acerca a la población a losescritos por medio del acceso a sus obras. Esperando que, en los próximos años, títulos como Dos veces Alicia, Los hijos de ella, El oficio de vivir, Ángela y el Diablo y muchos más sean parte de las lecturas clásicas y obligadas mostrando otros caminos al ingresar al mundo de la literatura.