El Registro Único de Víctimas, RUV, ha identificado más de 9 millones de víctimas del conflicto armado, pero no son solo números digitados en un informe, son colombianos que han visto a sus seres amados muertos o han tenido que huir de sus casas en medio de la noche con el miedo palpitando en sus almas.
Así que cada número registrado en realidad es un individuo con una historia en particular y heridas que no sanan. Por esa razón, se ha vuelto esencial reconocer y apropiarse de estas situaciones y vivencias; una de las formas de hacerlo ha sido a través de las distintas expresiones artísticas, como la literatura. En este sentido, las letras se han convertido en una manera de expresar aquel dolor que la voz humana no ha podido manifestar.
Sara Jaramillo, comunicadora social, periodista cultural y novelista, es muestra de cómo las heridas de la guerra se pueden transformar en libros. A través de su obra Cómo maté a mi padre, Sara narra los cambios que hubo en su vida luego de que su padre fuese asesinado a manos de sicarios. Estas páginas se convirtieron en una manera de interiorizar el dolor de la pérdida, al tiempo que reflexionaba con respecto a la violencia que se vivió en Medellín en 1991.
Sara Jaramillo cuenta cómo sicarios asesinaron a su padre. Foto: @librotea vía Twitter.
“Gracias al libro, me di cuenta de que había más personas que habían vivido lo mismo que yo”, dijo Sara en el conversatorio que ofreció en Ulibro. También manifestó que este libro logró que se desintegrara el silencio al que su familia se había sometido con respecto al asesinato de su padre; para Sara, la literatura puede convertirse en una forma de sanar heridas.
“Quería trascender un poco y contar algo que aquí no se ha contado, y es lo que pasa en la vida privada de una familia cuando matan a un papá. Yo sí siento que ese tema todavía falta mucho por contar, hemos entrado mucho en el aspecto trágico (…) pero ¿qué pasa con las familias que de una u otra manera, directa o indirectamente, son tocadas por eso?”, manifestó Jaramillo con respecto a su experiencia a la hora de escribir el libro.
'Cómo maté a mi padre', primera novela de Sara Jaramillo. Foto: @UniversoCentro vía Twitter.
Sara sostiene con mucha seguridad que los colombianos debemos escribir sobre el conflicto armado a fin de reconocer y reconocernos en medio de estos hechos de violencia.
Otro referente literario que atravesó una vivencia similar fue el escritor Héctor Abad Faciolince, cuyo padre también fue asesinado por sicarios en Medellín. Al igual que Sara, Héctor escribió un libro inspirándose en la pérdida del ser amado: El olvido que seremos, en el que narra la historia de su padre, como una forma de mantenerlo con vida y vencer a la muerte física.
“Yo no quisiera tener que reflejarla (la violencia), pero como existe, como está, como está ahí como a veces tocando en la puerta de tu casa, pues se vuelve una obligación”, confesó Faciolince.
Igualmente, hay otros escritores que a partir de su trabajo como periodistas toman la decisión de narrar la violencia en Colombia, puesto que se consternaron por los hechos inhumanos que acontecen en el país y decidieron revelarse contra la crueldad de la guerra a través del arte.
Este es el caso de Óscar Godoy, autor de la novela Te acuerdas del mar. Sus páginas narran una historia ficticia entre un guerrillero y un anciano, pero toma como referencia la palpable realidad del conflicto armado. “Yo vivo muy intrigado por las cosas que suceden en el país, es parte de mi naturaleza, eso hace que en dos de mis novelas haya querido explorar estos temas, para mirar de otra manera lo que nos ocurre”, afirmóÓscar.
Óscar Godoy en firma de libros. Foto: @librosyletras vía Twitter.
Precisamente, Te acuerdas del mar busca dar una mirada más humana sobre la guerra, por medio de la solidaridad que nace entre dos personas que en algún momento fueron enemigos a muerte, con el fin de ofrecer una narrativa no muy convencional sobre la guerra en Colombia.
Vanessa Londoño es otra escritora que busca relatar el conflicto armado con una mirada diferente. Su libro, El asedio animal, narra la historia desde los cuerpos marginados y mutilados por la guerra, al tiempo que relata el daño de la violencia a los territorios que la han sufrido. Con un lenguaje poético, Vanessa cuenta las vivencias y pensamientos de los habitantes de Hukuméiji, un pueblo ficticio en donde se manifiestan hechos reales de la guerra en Colombia.
De esta forma, El asedio animal es una novela sobre las pérdidas del cuerpo humano y del territorio, que, según la escritora, es el protagonista del conflicto armado en Colombia.
“Sentía que era como un deber (...) recopilar unas historias que no cayeron en la desmemoria de un país que necesita generar tanta memoria histórica y memoria colectiva”, sostuvo Vanessa.
'El asedio animal', novela de Vanessa Londoño. Foto: @lacasadelmaquio vía Twitter.
Muchos de los escritores no escogen relatar el conflicto armado en sus novelas, pero ser espectadores de hechos que dejan heridas profundas hace que crear arte se vuelva una tarea que no se puede ignorar. Así como lo afirma Godoy, la naturaleza humana busca trascender, y la literatura se convirtió en una forma de trascender el dolor de una guerra que ha herido a todos los colombianos.