El buen periodismo solo será posible con un enfoque integral de género. Afortunadamente, la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad ofrece un avance en este largo, pero certero caminar.
Los medios de comunicación parecen esforzarse día a día por publicar las mejores noticias y los más rápidos avances: 'De última hora' sale la publicidad en el noticiero; sin embargo, se cumple la paradoja más indigna: ciertos periodistas rebuscan las historias y obvian los temas que deberían ser más importantes. Un ejemplo latente es la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad (MPS).
¿Qué tanto se reporta en Colombia sobre las mujeres y su incidencia en los territorios, en la participación política real, en la toma de decisiones, en la construcción de paz? Si es así, ¿Cómo se hace la reportería de dichos temas? ¿Hay seguimiento? ¿Los periodistas conocen el marco normativo? No hay que obviar las respuestas.
"…la máxima participación de la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz", con esta frase comienza la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) que se convierte en uno de los documentos conexos de la Resolución 1325 (2000) donde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reconoció por primera vez la importancia de las mujeres y su rol en la construcción y sostenibilidad de la paz.
Los y las periodistas deberían reconocer el impacto de estos temas, trabajar en un enfoque diferencial de género y de daños: los daños causados a las mujeres en la guerra son distintos e incomparables a los de otros sujetos inmersos en ella. Afortunadamente, mientras un buen número de periodistas parecieran buscar el video más viral en la web para producir un título falso, existen otros que reconocen su rol en el posicionamiento de los temas de mujeres, paz y seguridad en las agendas mediáticas y en la opinión pública.
periodismo para y por la agenda mujeres, paz y seguridad
En el Líbano, país del Oriente cercano, con tantas problemáticas vigentes para las mujeres y para la libertad de prensa (no existe una asociación o fundación que pueda proteger a la prensa) sobresalen las y los periodistas que mantienen un interés permanente en actuar,
escribir, filmar y contar las historias acerca de las mujeres. No es el único, en República Democrática del Congo van mucho más avanzados: con más de dos planes nacionales de acción para la locación e implementación de la propuesta MPS, los colectivos de mujeres líderes y los medios de comunicación han sido protagonistas en masificar el mensaje e insistir en la obligatoriedad del Estado para con la agenda. Por otro lado, en Nigeria el panorama es alentador: existen grupos de periodistas que, contra viento y marea, hacen públicas las acciones de las mujeres: sus problemáticas, sus luchas y sus conquistas.
¿Y Colombia? Aunque se reconocen los esfuerzos de los colectivos feministas, de las colectividades de mujeres rurales, del Informe Final de la Comisión de la Verdad y su capítulo de género, y el aumento de las mujeres en la participación política; queda mucho por hacer: es necesario pensar —desde los mismos medios— en las mujeres periodistas, en los temas que involucran a las mujeres, la paz y la seguridad.
Entonces, el momento es ahora: en Colombia pronto estará listo el primer Plan Nacional de Acción con la agenda MPS (tantos años sin uno y aun así las mujeres han alcanzado tanto). Así, queda en las manos de las y los periodistas transformar esta temática e ir más allá de una resolución: en un vivir, en insistir para concretar políticas públicas efectivas y en reconocer, con una narrativa humana y diferencial que solo con las mujeres es posible un mejor vivir en los territorios.