Fotos tomadas de Instagram: @seaams, @aguitapamigente, @workshop.ls
La moda antigua puede definirse como la que tenía un elemento funcional que cumplía con una necesidad específica, mientras que la moda moderna se caracteriza por su estética, innovación y diversidad; está influenciada por la tecnología, las tendencias musicales, el marketing y la publicidad. Además, se ha hecho énfasis en la sostenibilidad y la reutilización para reducir el impacto ambiental.
La moda rápida, conocida como fastfashion, que se refiere a la producción masiva de prendas de bajo costo para satisfacer las últimas tendencias, está generando un efecto ambiental extremadamente dañino, ya que se requiere una gran cantidad de energía para producir las prendas en un plazo corto. La producción y el dispositivo generalmente incluyen procesos tóxicos, lo que contribuye al cambio climático, además de las consecuencias éticas, ya que esta industria muchas veces exige trabajo infantil o paga salarios bajos a los trabajadores.
Según un reportaje del Hilo podcast titulado: De la tienda al vertedero: ropa descartable en el desierto de Atacama.Los residuos textiles en el desierto de Atacama, Chile, ha aumentado significativamente en los últimos años, con un número creciente de basureros clandestinos que contienen prendas nuevas y usadas que llegan de todas las partes del mundo. Esto ha provocado preocupación entre los ecologistas locales, que están trabajando para reducir el impacto ambiental de los residuos textiles mediante la recolección y el reciclaje de prendas usadas, así como la educación sobre el reciclaje.
Este impacto mundial ha hecho que la mayoría de los diseñadores busquen nuevas formas de abordar la sostenibilidad en la moda mediante el uso de materiales reciclados, etiquetas de responsabilidad social y programas de reutilización; como la influencer neoyorquina Lauren Singer, que está comprometida con el estilo de vida ‘zero zaste’ o ‘residuo cero’. En su perfil muestra cómo es su día a día con este estilo de vida y aporta consejos a sus seguidores para tener un armario sostenible. Todas las prendas que muestra son de segunda mano, de marcas con producción local o prendas artesanales. la moda ecológica es una forma de vestir que tiene en cuenta el medio ambiente, lo que significa que, elige materiales y procesos de producción que tienen un impacto menor.
En Colombia, los estilos de moda y las tendencias siguen los mismos patrones que a nivel global. Las prendas informales como jeans, camisetas y sudaderas son muy populares entre jóvenes y adultos y en general los colombianos reflejan la mezcla de influencias tradicionales y modernas.
En medio de ese contexto, han surgido marcas con propuestas que rompen ese esquema. Una de ellas es Daniela Gómez, creadora de SEA & SEAMS una tienda de segunda mano en Bucaramanga que nace como una propuesta de moda circular por medio del trueque. La emprendedora dice que “la industria textil es bien sabido que es de las más contaminantes a nivel mundial, entonces hay una importancia de conectar la industria textil con nuestros océanos y dada la casualidad del parecido de las palabras sea y seams (océano y costuras) quisimos abreviar nuestra marca con el nombre SEAAMS”.
Pasillos de SEAAMS, tienda de segunda mano.
IG: @seaams
La idea empezó por el problema de muchas mujeres, querer tener una prenda de vestir diferente cada día para ir a trabajar; y poco a poco restándole espacio al closet, es así como Daniela se dio cuenta de que el uso repetitivo de esta práctica iba desgastando su bolsillo y afectando al medio ambiente. “Yo empecé haciendo trueque con mis amigas, nos reuníamos en la casa de alguna; y todas llevábamos la ropa que ya no usábamos y entre todas la intercambiábamos. Por eso la esencia de SEAAMS es el trueque y es nuestro factor diferencial”.
Reutilizar es importante para reducir el uso de recursos naturales y minimizar la cantidad de desechos; esto ayuda a promover una economía más sostenible y permite a los consumidores ahorrar dinero al comprar productos de segunda mano. “Intercambiar prendas es una práctica que hacemos desde hace mucho, lo hemos hecho con nuestras hermanas, con nuestras mamás, amigas y no tiene nada de malo”, afirma Daniela.
En SEAAMS se encuentra de todo, desderopa, bolsos, zapatos; hasta algunos artículos para el hogar. La atención es personalizada porque Daniela es muy cuidadosa con las cosas que cambia, primero habla sobre el modelo de compra (trueque) y deja claro que hay una comisión por la atención mas no por los artículos, después,los clientes escogen lo que podrían llevar y al terminar de revisar la tienda, Daniela aprueba la ropa que los clientes quieren canjear. Luego de haber seleccionado y llegado a un acuerdo, empieza la curaduría: Lavar, planchar, doblar y organizar las prendas en la tienda. “Yo siempre pregunto —dice ella como forma clara de decir si la prenda sirve o no—, ¿tú te lo pondrías?”.
Además de esta, en Santander se están desarrollando varias iniciativas para promover la moda circular: muchos diseñadores locales han comenzado a utilizar materiales reciclados en sus prendas de vestir y también hay varias campañas de sensibilización para promover el reutilizar, intercambiar y reparar las prendas de vestir.
Una de las empresas que ha adquirido mayor visibilidad en este espacio es la textilera colombiana Lafayette,
pues cuenta con proyectos consolidados tanto en la parte ambiental como en la social.
David Camacho es diseñador industrial y vive en Barrancabermeja; a pesar de que no sabía nada sobre confección quiso dejarse llevar por la moda y sacar su primera colección con su marca Agüita pa’ mi gente. La tela virgen la compra en Bucaramanga, que está compuesta a base de desperdicios posconsumo como botellas pet y material de desechos industriales que se reincorporan para hacer chips de poliéster, posteriormente hilo, luego ingresan al proceso de tejeduría para producir telas. Luego de obtener la tela, David las envía a sublimar, o sea, a ponerle el diseño que él ya había hecho con anterioridad. Cuando la tela ya está sublimada, la lleva a Barrancabermeja donde se confeccionan las prendas por mujeres madres cabeza de hogar.
David pretende incorporar más elementos eco amigables a su emprendimiento, como los botones de coco, “hay otras opciones como la madera, pero pues el coco a fin de cuentas lo que se usa es el desecho, que no afecta en nada porque por eso no se van a tener que plantar más palmas de coco”, dice David y resalta que así es como fomenta la moda circular desde sus productos eco amigables; sus diseños regionales hacen que sus prendas sean llenas de color.
Pantaloneta de baño hecha con hilos PET. Marca Agüita pa mi gente.
IG: @Agüitapamigente
Además de Daniela y David, algunas empresas han comenzado a recolectar prendas usadas y a ofrecer programas de reparación para extender la vida útil de los productos. Estas iniciativas han generado una gran conciencia sobre la sostenibilidad en la moda; los materiales biodegradables son aquellos que se descomponen naturalmente sin dañar el medio ambiente. Estos materiales son ideales para hacer decoraciones debido a que son sostenibles y fácilmente reciclables, por eso, materiales como la cascara de coco, el papel reciclado (maché), pequeñas ramitas de árboles, bambú y hojas secas son imprescindibles como materia prima en la industria de la moda y decoración.
Otro emprendimiento que se compromete a hacer productos eco amigables es La Sierra que trabaja a partir de la compra y donación de retazos de tela que dejan las modistas de la ciudad de Barrancabermeja y Bucaramanga y los usan para hacer moños, diademas y accesorios como cosmetiqueras, bolsas y cartucheras.
Productos de belleza hechos de sobras o retazos de tela, marca: La Sierra.
@workshiop.ls
Liliana Forero cuenta que durante el primer semestre compra y, en algunas ocasiones, le donan retazos de telas que dejan las modistas. En ese tiempo selecciona las telas, las plancha y de repente, juega con tintura natural como la zanahoria, la remolacha, las plantas, y flores para tinturar las telas y las etiquetas hechas con papel maché. Para el empaque, utiliza los mismos retazos y hace las bolsitas donde se guarda el producto y las sobras de cordones para la decoración. “Suelo utilizar al máximo todo lo que se pueda y combino mis productos con emprendimientos de otras mujeres de la región como jabones orgánicos, champú y cosmética natural”, comparte. En el segundo semestre empieza la producción: hace los productos y empieza a inventarse formas de agrupar cajitas navideñas para final de año.
Estas tendencias han ayudado a generar consciencia sobre el tema de la sostenibilidad en la moda. Colombia está adoptando cada vez más modelos de moda circular, esto significa que se enfoca en la extensión del ciclo de vida de los productos, desde el diseño hasta el consumo y el reciclaje. Junto a estas tres, son varias las iniciativas que promueven la moda circular en la ciudad, campañas que organizan eventos con el objetivo de promover el reutilizar, intercambiar y reparar las prendas de vestir. Además, los diseñadores locales han comenzado a usar materiales reciclados para crear ropa única.
Otra muy buena opción siempre es donarla a centros de atención para los más necesitados en Bucaramanga: la Fundación Dar con Amor, Asilo San Rafael, Fundación Ecovoces, Héroes y valientes, Fundación sin límites, Corazón en parches, Alive y Fundación Ya desayunó, o en la página www.venezolanossos.co encuentra lugares para llevar la ropa que ya no usa.