Fotos portadas Juan David Diaz Gamboa
La edición número 74 de la Feria Bonita de Bucaramanga trajo una numerosa serie de eventos atrayentes tanto para los turistas como para los mismos ciudadanos bumangueses: ventas de artesanías y productos locales, puestos de gastronomía, desfiles de carrozas y/o carros clásicos y la tradicional feria ganadera fueron algunos atractivos que trajo la programación de la feria que se extendió durante 18 días.
Y entre esa extensa lista de eventos de entretenimiento, hubo uno que fue de los más destacados y de los que más llamó la atención en su realización: ‘Pinta La Bonita’, un festival de arte urbano organizado por la Corporación Instutober, en apoyo con el Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCT) y la Fundación Pintuco.
El evento tuvo lugar del 15 al 17 de septiembre, reunió a 44 artistas locales e internacionales, y a dos personas privadas de la libertad con autorización especial, que se unieron para utilizar el arte como una muestra de explosión cultural y una herramienta en favor de la reconciliación y la transformación social.
Uno de los puntos destacados del festival fue la participación activa en la cárcel Modelo, ubicada en la avenida ‘novena’ con calle 45 de Bucaramanga. Meses atrás, los organizadores realizaron una convocatoria para todos los artistas nacionales y extranjeros que quisieran contribuir plasmando su creatividad en la fachada del reclusorio.
Brian Rojas, representante legal de la Corporación Instutober, dio a conocer los propósitos del festival y la importancia de este mismo: “surge como una iniciativa de la corporación Instutober de transformación social a través del arte urbano. Inspirado en la creencia de que el arte tiene el poder de cambiar entornos y vidas, el festival se propone rescatar espacios y brindar segundas oportunidades. La cárcel Modelo de Bucaramanga fue elegida como escenario, buscando romper estigmas y abrir diálogos sobre reinserción y cultura”.
Agregó que “la cultura urbana en Bucaramanga es un reflejo de su identidad diversa y creativa. El festival incorpora elementos del arte urbano como vehículos para expresar la riqueza cultural de la ciudad. Se convierte en una plataforma para artistas locales e internacionales, promoviendo la inclusión y reconociendo el valor de la expresión artística en todos los sectores”.
Los murales de Pinta La Bonita se pueden apreciar en algunas de las paredes de la cárcel la Modelo. Foto: Juan David Diaz.
Los muros blancos de la cárcel Modelo fueron embellecidos como lienzos vivos que reflejan la riqueza cultural de la región, y que dan a conocer mensajes de esperanza y de transformación personal hacia los privados de la libertad. A punta de aerosoles, brochas, rodillos y pinturas, los artistas utilizaron diversas variedades de técnicas, desde el graffiti hasta el muralismo, para reflejar sus visiones y expresar sus ideas sobre la libertad, la renovación y las segundas oportunidades.
Nandy Mondragón, artista urbana proveniente de Cali, describió su experiencia en el festival como grata y satisfactoria, además agregando que “siempre es muy chévere volver a coincidir con ciertos compañeros de gráfica y conocer a otros nuevos. Es lo que permite la pintura: crear lazos. Nunca había ido a Bucaramanga, entonces esa fue la primera motivación para aceptar la invitación de Instutober”.
Mondragón quiso recalcar una pregunta en su pieza realizada en la cárcel: ¿Mi prietud es un delito?, haciendo alusión al tema de la discriminación racial. “Los escritos que me ayudaron a crear la obra fueron El mito del violador negro por Angela Davis y ¿Es el sistema de justicia un modelo de criminalización racial? por Stephany Espinosa. Es un tema denso el pintar la fachada de una cárcel, y generalmente con mi trabajo hablo sobre el racismo, así que fue el momento propicio para plantear esta crítica”.
El mural '¿Mi prietud es un delito?' representando la discriminación racial. Foto: Nandy Mondragón (@nandy_mondragon)
Además, manifestó que Bucaramanga le dejó buenas sensaciones, experiencias agradables y un gran placer por plasmar su arte en favor de la inclusión. “Como artista urbana, una siempre está sujeta tanto a comentarios negativos como positivos. En este caso, no hubo ni un solo comentario negativo, todo transeúnte que pasaba nos felicitaba, e incluso, paraban a tomarse fotos con nosotros. También percibí que a pesar de tener una intención con la obra, hablando con colegas y demás personas, reconocí nuevas percepciones diferentes a la mía, eso también resultó interesante”, apuntó.
Además de la transformación urbanística de las paredes por parte de artistas nacionales, aquellos que vinieron de otras naciones como Argentina, Brasil, España o México también gozaron de la experiencia y aplicaron su arte en la creación de murales con sentido de conciencia.
Tal es el caso de ‘Remix Uno’, un artista mexicano que ha viajado por el mundo con aerosol en mano, calcando su ingenio por cualquier espacio que le llame la atención, y que no desaprovechó la oportunidad de venir a Bucaramanga a dar su mensaje de concientización a través de un lienzo. Compartió que “la experiencia la describiría muy satisfactoria. Me inspiró toda la escena artística colombiana. Había escuchado muchísimas cosas buenas de ahí y decidí que quería conocerlas. La respuesta del público fue muy entusiasta, les daba curiosidad saber que había viajado tanto por participar y pintar en la cárcel, y les gustó mucho el resultado final”.
La iniciativa de ‘Pinta La Bonita’ superó las expectativas esperadas, y ha dejado un objetivo a largo plazo, según lo contado por Brian Rojas: “generar un impacto cultural duradero y promover la integración social. A largo plazo, se busca crear un legado de arte urbano como herramienta de rehabilitación y reinserción. También, se aspira a establecer conexiones sólidas con la comunidad, instituciones educativas y empresas para fomentar una red de apoyo continuo”.