Foto portada: vía Twitter @SANGREXENEIZE
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Pocas veces se ha presenciado en el fútbol lo sucedido el pasado fin de semana, en donde River Plate entregó a su rival de patio Boca Juniors el título de la Superliga Argentina en bandeja de plata. Esto ocurrió durante el cierre de la fecha 27 de la primera categoría del balompié argentino en donde, hasta el último minuto, los equipos fueron protagonistas de un agónico y curioso cierre.
Arrancaba la última fecha y Boca Juniors junto a Racing Club de Avellaneda eran los candidatos al título, sin embargo, había una particularidad con los encuentros que ambas escuadras iban a disputar. Inicialmente, Boca Juniors, con Hugo Ibarra al mando, se enfrentaba en La Bombonera al equipo dirigido por Julio César Falcioni, Independiente de Avellaneda. El rojo no tenía nada que perder, pero contaba con la posibilidad de hacer trastabillar al xeneize en la conquista del título.
El otro escenario fue el Cilindro de Avellaneda, de allí también podría salir campeón el otro candidato, Racing, comandado por Fernando Gago.La Academia se enfrentaba a River Plate, que, sin posibilidades de coronarse campeón, solo pensaba en cerrar la era de Marcelo Gallardo con el pie derecho, puesto que el director técnico no estará en la institución a partir de 2023. Los dirigidos por Gago debían ganar y esperar a una hipotética caída de los de Ibarra frente a su eterno y más grande rival: Independiente.
Lo curioso era que Racing esperaba que su máximo oponente, Independiente, no cayera frente a Boca Juniors, entre tanto, los bosteros esperaban lo mismo de su eterno rival, River Plate. Entrando en materia, el conjunto azul y oro ganándole a Independiente se consagraba campeón, de darse un empate o una derrota, debía esperar a que Racing no saliera victorioso, y que River le cediera una “ayuda” para consagrarse. Es decir, que Racing podría salir campeón si Independiente le ganaba a Boca, y Boca podría levantar el título si River no permitía que Racing sumara de a 3. Un cierre de temporada controversial que tuvo un desenlace infartante.
El pitazo inicial de los dos encuentros fue simultáneo, el reloj marcaba las 5 de la tarde en suelo argentino y la atención estaba puesta sobre dos escenarios y cuatro equipos. El marcador se abriría inicialmente sobre el minuto 32 en el barrio de La Boca a favor de la visita. Parcialmente, y pese a la derrota, Boca Juniors se mantenía en la primera casilla y seguía siendo el campeón de momento. Por fortuna para los del “Negro” Ibarra, la igualdad no se haría esperar y 2 minutos después, tras una jugada de pelota quieta, el xeneize conseguía el empate. Por lo pronto, las cosas en Avellaneda no cambiaban, y el 0-0 se adueñaría de la etapa inicial.
Tras el cierre de la primera parte en ambos escenarios, las cosas continuaban tal y como empezaron, con la diferencia de que Boca e Independiente también estaban igualados, pero a un gol. Para ese momento Boca se mantenía primero con 52 unidades y Racing segundo con 51 tantos. El arranque de ambos periodos complementarios no se haría esperar y sobre el minuto 50 una completa artimaña de Sebastián Villa de tiro libre le daría vuelta al marcador para que los locales se pusieran en la delantera. Estallaba La Bombonera, una completa locura.
Boca Juniors es el ganador de la Superliga Argentina. Foto por: @SANGREXENEIZE
Seis minutos después de la anotación del colombiano Villa, se abriría el marcador en el Cilindro, y Racing impondría el 1-0 desde los 11 metros. A pesar de ello, la situación se mantenía, Boca seguía un punto por encima de los direccionados por Gago. Sin embargo, a falta de 10 minutos para el cierre, el equipo de la banda cruzada igualaría las cosas en Avellaneda al igual que Independiente en La Boca. Nuevamente, ambos cortejos estaban sobre la parcialidad y la tabla se mantenía igual que al inicio de la jornada.
Así las cosas, minutos después de que ambos encuentros se igualaran, el referí cobró una falta dentro del área para Racing, un penalti y la posibilidad de que La Academia se pusiera en ventaja estremecía las emociones en La Bombonera. No obstante, la navidad se le adelantaría a los bosteros y un ángel llamado Franco Armani, le atajaría el cobro a Galván. Una atajada que se celebró como un gol más en La Bombonera.
El dramático cierre, con otro gol de Borja sobre los últimos instantes del compromiso en el Cilindro, catapultaría al equipo de Avellenada. Para este momento, la Superliga Argentina 2022 ya contaba con un nuevo campeón, en el Alberto José Armando (La Bombonera) se celebraba que Boca Juniors se consagrara con el galardón del torneo más importante del fútbol argentino.
Un cierre de la Superliga Argentina que quedará enmarcado para la historia, un final icónico, fatídico, no apto para cardiacos. En Avellaneda pasaron del regocijo efímero a la insatisfacción y el llanto inconsolable. Sobre La Academia quedó ese sinsabor de haber estado tan cerca, a tan solo 11 metros, y no haberlo podido conseguir. La frustración, la tristeza y la decepción se apoderó del Cilindro. En la otra plaza, las lágrimas eran de regocijo, de satisfacción tras haber conquistado un nuevo título, Boca Juniors era el nuevo campeón del máximo torneo de clubes argentinos, el equipo de Hugo Ibarra era el nuevo conquistador del título.
Además del pitazo final en ambas canchas, posteriormente se desataron una serie de polémicas que señalaban a Marcelo Gallardo y a su equipo de haber contribuido en la consagración del equipo xeneize con el título, a pesar de que River Plate ganó el compromiso y Armani atajó una pena máxima que pudo ser crucial en la definición del nuevo campeón Sin embargo, el equipo “Millonario” no regaló nada, jugo de ‘tú a tú’ y buscó el partido desde el comienzo, a pesar de ello, el club de la “banda cruzada” fue blanco de críticas y lo cuestionaron por, presuntamente, haber influido en la conquista del campeonato de Boca.
No obstante, el “muñeco” Gallardo no se guardó nada, y expuso lo que realmente sucedió detrás de la actuación de River el pasado domingo:
“Más allá de todo se puede tener respeto y dignidad por la profesión, por el fútbol, por la pasión que nos genera a todos nosotros este deporte, y yo entiendo si hay hinchas enojados, o tal vez frustrados, pero creo que es la manera, entender la manera que nosotros tenemos que representar y tenemos que transmitir a través de esos valores, más allá de ganar o perder, la dignidad del sentimiento hacia lo que somos. Y eso creo que tiene muchísimo valor, así que, sí, estoy contento, estoy muy orgulloso de sentir eso, más allá de haber beneficiado tal vez a nuestro eterno rival, es de orgullo tener esta paz interna”, afiirmó Marcelo Gallardo para ESPN en declaraciones posteriores al encuentro.
Independiente pudo haber influido en que Racing hubiese salido campeón. Sin embargo, la situación fue contraria y River con su actuación benefició a Boca Juniors para enmarcar una nueva estrella. Fuera de lo sucedido, este cierre de la Superliga Argentina tuvo algo especial, una esencia distinta, 2 clásicos, 4 rivales eternos, con amplia historia y jerarquía en el fútbol sudamericano e internacional. Con la finalización de esta edición de la Superliga Argentina, Boca Juniors acumula en su palmarés 73 títulos en total y 35 de campeonato local.