Foto de artículo: Conmebol
El tema del fútbol femenino en Colombia ha dado mucho de qué hablar en días pasados. Desde que en 1998 fue la primera aparición oficial de una selección femenina de fútbol en nuestro país, las jugadoras profesionales han tenido que pasar por duras batallas y pormenores para conseguir un cupo en el balompié nacional. A lo largo de la historia, ha habido percances de todo tipo: vetos, desintereses, abusos, malversaciones y presupuestos.
De este asunto han salido diversas argumentaciones y declaraciones, tanto de las mismas jugadoras como de analistas y periodistas. Los conocedores y expertos del deporte llegan a la misma conclusión: el fútbol femenino en Colombia no tiene la importancia que merece. Pero, debido al eco y la gran repercusión causada por la Copa América Femenina realizada en nuestro país este año, la problemática ha pasado a un primer plano; ha generado todo tipo de discusiones y se ha tratado de buscar las mejores soluciones al asunto. Aquí se hablará detalladamente sobre los principales cuestionamientos que aquejan a las mujeres futbolistas.
Inatención de los máximos dirigentes
No es un secreto que hace varios años se han venido esclareciendo y revelando diferentes declaraciones de jugadoras profesionales sobre los inconvenientes que han tenido en los ciclos con la Selección Colombia. Una de las primeras denuncias fue por parte de Daniela Montoya, quien se refirió al incumplimiento en los premios que habían propuesto las directivas en donde, después del Mundial de Canadá 2015: le prometieron a cada una la suma de 3 mil 200 dólares, pero nunca les dieron ni el dinero ni una explicación del porqué. Por consecuencia de este hecho, Montoya no fue tenida en cuenta para los Juegos Olímpicos de 2016.
Foto: Dimayor
Otra de las jugadoras que ha llamado la atención mediante sus denuncias ha sido Isabella Echeverri que, en diálogo con María Jimena Duzán en el podcast A Fondo, reiteró las problemáticas que ocurren dentro de la Federación Colombiana de Fútbol, en donde: “habían veces que teníamos que pagar nuestros vuelos internacionales para poder ir a la selección estando convocadas; los uniformes que nos daban eran viejos, que utilizaba la sub-20 masculina o la sub-17; el gimnasio de la federación estaba totalmente equipado, siempre cuando estaban los hombres estaba lleno de máquinas, y nosotras llegábamos a la federación y habían dos balones medicinales y una caja”.
Y el último acontecimiento que desató polémica fue el de la cancelación de la liga femenina para el presente año. Pero, por fortuna, algunas figuras y organizaciones han tenido interés en buscar una solución a este asunto, entre ellas, el Gobierno de Colombia, encabezado por el presidente Gustavo Petro, y la ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, quien prometió que una de las primeras tareas del Ministerio del Deporte es lograr que se establezca y se forme una liga digna para las mujeres en nuestro país.
Falta de inversión y patrocinios
A lo largo de los años, el fútbol femenino ha tenido inversiones mínimas por parte de las empresas patrocinadoras de competiciones y de los altos rangos del fútbol colombiano. Y esto es sinónimo de que, al no ver un plan de desarrollo estructurado y a la altura de demás competiciones de Sudamérica, todo indica que los patrocinadores no tienen un verdadero interés en invertir en el fútbol femenino.
Así lo afirma Pilar Velásquez, periodista deportiva de ESPN y de la Revista Semana: “se debe tener un plan de desarrollo. Desde lo organizativo, se debe tener un proyecto para que los inversores y las marcas tengan una posibilidad de mirar en qué van a meter su dinero. Pero si no lo tienen, simplemente van a invertir en algo que no existe y no tiene un orden”.
Y es que ya se pudo comprobar que el problema no es de falta de participación o de oportunidades. Lo que indican las cifras y los datos es que actualmente los equipos de nuestra liga femenina han tenido cerca de 8 participaciones en Copa Libertadores, entre ellas se destaca el Atlético Huila, que obtuvo dicho torneo en el 2018. Y con respecto a participación de futbolistas, actualmente 30 jugadoras han logrado llevar su fútbol y su táctica al exterior; entre las que destacan Yoreli Rincón, Natalia Gaitán, Isabella Echeverri, Mayra Ramírez, Liana Salazar y Daniela Arias.
Foto: Mindeporte
Por ahora, Dimayor y demás entidades del fútbol colombiano no han ratificado un acuerdo para la ejecución de una liga femenina digna para el presente año. Aún se sigue en la búsqueda de alguna empresa que tenga interés en invertir al fútbol femenino, algo que hasta el momento se ve efímero.
Mal manejo de presupuestos y sueldos
Y otro aspecto fundamental es el tema de los pagos a las jugadoras, el cual tiene que ser garante por ser una competición profesional, en el que debe haber buenas remuneraciones. Los datos indican que en la liga masculina los sueldos van desde un salario mínimo hasta los 200 millones de pesos, mientras que en una liga femenina pueden oscilar en menos del salario mínimo actual y los 3 millones de pesos.
Según lo dicho por Eliécer ‘Cheché’ Hernández, narrador deportivo de la cadena Antena 2 de RCN Radio Bucaramanga: “al ser un deporte que no tiene la contundencia suficiente, como la que tiene el fútbol masculino, se han tenido algunos ‘tropiezos’ en el ámbito de los presupuestos. Pero por supuesto, se está trabajando en ese aspecto por parte de las directivas; y lo hecho por las jugadoras en la Copa América y en los torneos internacionales ha dado un mensaje contundente en la agilización de una liga con mejores garantías”.
Los próximos años son claves para que, con base a los logros a nivel internacional, se tenga una liga femenina más fluida en Colombia. Y también es indudable que tiene que haber un cambio por una igualdad de género en los salarios y en los presupuestos para los torneos de fútbol femenino a nivel nacional.