El 23 de julio de 2021 supo queal fin tendría su oportunidad. Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 por fin se realizarían luego de que fueran cancelados por la pandemia dela COVID – 19. Que alguien la pellizque, porque parece que está viviendo un sueño; uno de los más grandes y alocados que haya tenido jamás.Está usando elsombrero vueltiao’, característico de la cultura de nuestro país; en su mano izquierda – con la que siempre sostiene a su mejor amigo y la razón por la que está aquí –, lleva una pequeña bandera de Japón y otra de Colombia, nunca se sintió tan orgullosa por portarla bandera de su tierra querida.Es que, ¡es una locura!¡Estaba caminando al lado de grandes, como Caterine Ibargüen!¿Realmente esto está pasando? No tiene necesidad de hablar, porque la emoción y la felicidad que reflejan sus brillantes ojos cafés oscuro lo dicen todo.Dios mío, debe grabarlo, se le estaba olvidando.Busca entre los bolsillos del kimono que tiene puesto acorde a la tan esperada ocasión. Saca su celulary lo agarra con su mano derecha y, gracias a este, lo documenta todo, pues no quiere perderse nada de la inauguración, ni el más mínimo detalle.No se perdonaría no grabar el día en el que su vida cambió por completo.
¿Quién diría que una pasión que despertóen 2015, después de haber leído Los Juegos del Hambre, la traería hasta uno de los momentos más sublimes de su vida?En esaépoca, a pesar de ser por la “goma” –como ella lo diría –, Valentina Acosta Giraldo tomó la decisión de unirse a la Liga Risaraldense de Tiro con Arco porque esta era el arma usada por Katniss Everdeen,protagonista de la saga delibros.Parece que los astros se hubieran alineado para empujarla a la arquería, como si el universo hubiera conspirado a su favor: probó la gimnasia, pero la abandonó porque no veía avances en su rendimiento. Luego, se testeó con el fútbol, pero por una lesión en una de sus rodillas se vio obligada a abandonarlo. Así lo hizo saber en el podcast Charla Técnica en una entrevista de mayo del 2020, en plena cuarentena.
Ever Mantilla, su primer entrenador de tiro con arco en Pereira, asegura que la recibiócon solo 15 años, y que los primeros meses de entrenamiento fueron por recreación pero que, poco a poco,el interés de Acosta aumentó, igual que las horas de entreno semanales, y con ello,su talento con el arco.Tanto que, para abril de 2016, tuvo su primera competencia en la ciudad de Cali, donde obtuvo un puesto en el podio.Su carrera deportiva había despegado.
El número de competencias nacionales aumentó, a la par con el reconocimiento.Delegaciones de otros departamentos con más y mejores oportunidades de crecimiento la observaron y, ocasionalmente, la convencieron para que hiciera parte de sus equipos. No podían dejar pasar a una mujer tan talentosa y disciplinada. El periodista deportivo del periódico Q’hubo Pereira, Julián Santa, dijo que Valentina tomó la decisión de irse a la delegación de Antioquia para mejorar sus condiciones en el terreno de juego, porque ella nunca perdió de vista susambiciones. De la misma forma, tampoco lo hizo con sus raíces: Ever siempre estuvo presente y siguió entrenándola hasta principios del 2021.Hace un par de días, cuando tuve la oportunidad de hablar telefónicamente con él acerca de la arquera, mencionó que, particularmente, ese día estaba usando una camiseta que ella le había obsequiado en la última Navidad.Su amistad ha perdurado, a pesar del tiempo.
El cambio de delegación fue, tal vez, una de las mejores decisiones de Acosta porque, en el2019, tuvo la oportunidad de mostrarse en terreno de juego internacional en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, y en el Campeonato Mundial Juvenil de Madrid, España.Pero, ¿la verdad? No las necesitaba. Valentina confesó para el podcast que justo después de haber ganado su primera medalla de bronce en aquella ocasión en la sucursal del cielo, se sintió mucho más motivada, y supo que gracias al tiro con arco podría cumplir uno de sus más grandes sueños: ir a los Olímpicos.
Y como si lo hubiera manifestado, con solo 4 años de entrenamiento y unas ganas inmensas de demostrar de qué estaba hecha, allí estaba: en laronda eliminatoria por la categoría femenina individual de tiro con arco recurvo en Tokio 2020, con millones de personas observándola a lo largo del globo. Siente la presión, pero confía en sí misma y en su talento, en todo lo que ha aprendido a lo largo de los años y de las experiencias vividas en otras competencias.No por nada, en el Campeonato Mundial Juvenil, obtuvo una medalla de oro.Inician las competencias en los Olímpicos en tiro con arco recurvo. Este día es especial y se nota, puesto que tieneelgorrito naranja que la ha acompañado a diversas contiendas y la ayuda a cubrir su rostro del sol, y también está usando su característico maquillaje: un delineado de gato perfectamente definido, tal y como las puntas de sus flechas.
Escucha su nombre y el de su país, y sabe que ha llegado el momento. Sujeta su arco con firmeza, porque quiere demostrar seguridad. Ya es hora. La euforia y los nervios la envuelven de una manera que no había experimentado antes. Respira profundo, camina hacia la base donde debe estar y se pone en posición. Toma su arco por la empuñadora y lo alza a la altura de su cara, y ubica una de sus flechas–con pluma y culatín color violeta – entre el visor y los estabilizadores, justo en el centro del arco. Estira la cuerda hacia atrás y la acercaa la piel de su rostro hasta presionar sus labios y su nariz, haciendo que produzca un gesto peculiar, como si estuviese haciendo pucheros.Cierra su ojo izquierdo para apuntar y, con movimientos casi imperceptibles, modifica la posición de la flecha hacia el punto donde ella consideraque está el blanco.Al liberar la tensión de la cuerda y soltarla, tuerce la boca en un gesto de preocupación porque no llega a donde debía. Cayó a solo unos centímetros del centro del blanco…y esos centímetros le costaron.
“Lastimosamente tuve las flechas que no quería tener, que eran esos 7 por allá arriba, pero bueno… Digamos que es una experiencia más que me enseña muchas cosas, y la verdad estoy tranquila, porque no es que haya hecho un mal partido”. La arquera colombiana ha sido eliminada de los Olímpicos en el quinto set, en el partido que jugaba contra la británica Sarah Bettles.Está usando el tapabocas mientras habla, pero la tristeza es notoria, y el cansancio también, incluso en sus ojos. Y ¿cómo no? Si lleva una gran cantidad de meses entrenando al menos 8 horas diarias…
Fotos tomada del Twitter de Comité Olímpico Colombiano
“Para míviene un descanso. Quiero tomarme un tiempo de descanso y ya, hasta este punto, estoy con mucha carga de este año, porque ha sido muy pesado. Digamos que este era el cierre de un tiempito que me quiero tomar, para poder empezar a trabajar en otros proyectos y poder recuperarme físicamente”, expresó Valentina al boletín informativo Marca Claro, quienes la abordaron justo después de su derrota.
Pablo Álvarez, director de comunicaciones de la Liga Risaraldense de Tiro con Arco confirmó que Valentina está radicada en Estados Unidos, y que aún no es clara una fecha específica para su retorno en las competiciones. Los terrenos de juego la extrañan… su entrenador la extraña.Evercompartió que nunca estuvo de acuerdo con el prolongado descanso que su pupila se está tomando, porque considera que es abandonar sus sueños y sus ilusiones, por lo que tanto ha luchado y entrenado durante tantos años.Dijo, también, que es probable que la arquera no haya tenido la claridad que debía para tomar una decisión que implique dejar de hacer algo que le apasiona. “Las oportunidades son calvas” amenazó el entrenador, pero hizo también énfasis en que quiere lo mejor para ella, y con orgullo dice que es una mujer con muchísimas cualidades que deberíanser explotadas.
Valentina, por su parte, parece estar feliz y tranquila con su decisión, y lo demuestra con sus publicaciones en redes sociales. Se deja ver como una mujer divertida y creativadispuesta a experimentar y hacer diferentes actividades todos los días. Gracias a su descanso, tiene la oportunidad de explorar otras de sus pasiones, como la música electrónica, los tatuajes y la fotografía. En esto, la acompaña su esposo Jerry Tan, un camboyano al que conoció por internet y con el que mantiene una relación hace más de un año.
Con un fondo pintado por la naturaleza de un atardecer veraniego, con tonos anaranjados, rojizos y azules, Valentina posa de perfil con nada más que un suéter negro, un pantalón del mismo color que llega arriba de sus rodillas, y su fiel compañero desde que era solo una niña con la ilusión de llegar a ser grande.“El tiro con arco ha tenido un gran impacto en mi vida y es algo que nunca dejaré pasar. La persona que soy hoy es por el tiro con arco, y más que undeporte, ha sido unmaestro en la vida”, escribió la arquera en la descripción de esta fotoen su cuenta de Instagram.