Carlos Reyes, más conocido como Charles King, estuvo este 25 de enero en el evento “Fiesta despedida de vacaciones” organizado por la entidad Municipal – Música en vivo. El ‘Palenquero Fino’ cuenta con un repertorio de 300 canciones, dentro de las cuales se destaca ‘El Chocho’, ‘Bicarbonato’, ‘El Martillo’, ‘La Cantimplora’, entre otras.
El cantante, al mezclar los ritmos africanos con los caribeños, se encontró con uno diferente: la champeta; de esta forma, cuenta con más de 30 años de trayectoria musical pasando por varios proyectos como Son Palenque, Anne Swing, Katza, la Tripleta palenquera, dándole al champetúo un posicionamiento sólido dentro de la industria musical colombiana.
Reyes habló para Plataforma Digital y esto fue lo que narró:
¿Cómo fueron los inicios de Charles King en el mundo de la música?
Fue a través de un grupo llamado “Son Palenque”, el cual tenía la tarea de recuperar la música autóctona de esta zona del departamento de Bolívar. Entre los años 1980 y 1984, junto a un grupo artístico, del cual yo hacía parte, decidimos revolucionar la música palenquera, mezclarla con la africana que llegara, y ahí creamos un nuevo grupo llamado “Ane Swing”, la palabra ‘Ane’ de un pronombre palenquero para decir ellos o ‘los del sabor’ y ‘swing’, la palabra que todos conocen, como el sabor.
Al estar hablando de los inicios de Charles King, ¿qué elementos de la champeta le llamaron la atención para que la escogiera como género principal?, y, ¿cómo fueron los inicios de este género?
Nosotros estamos acostumbrados a escuchar la música africana que llegaba de diferentes partes y sonaba en la periferia de Cartagena a través de las máquinas picoteras, que son los equipos de sonido o discotecas ambulantes de los barrios populares de varias ciudades de la costa (colombiana), ya más a fondo en toda la ciudadela hay muchos picó y nosotros decidimos también mezclarlos con la música palenquera. Pensamos que tenía muchos ingredientes parecidos y solo a nosotros nos faltaba tener los elementos que ellos utilizaban como la guitarra, los pianos, la batería, los vientos y mezclarlos con el tambor palenquero y un instrumento que nos creamos basados en una influencia de un grupo de Marquinita (corregimiento) llamado “Ban Ban”, que usaban las cañas que tú vez por ahí, las guaduas, y nosotros creamos un instrumento que es parte importante dentro de la champeta y empezamos a tocar con el grupo para mostrarlo en diversas partes.
(Escucha las canciones más representativas del incursor de la champeta)
Aprovechando que estamos hablando sobre conciertos, tengo conocimiento que ha contado con muchos a nivel nacional e internacional; ¿cuál concierto o festival lo ha marcado más y por qué?
El Stereo Picnic y el Festival de Teatro. Son dos festivales que marcaron de alguna manera mi historia musical en el interior porque tuve la oportunidad de estar en grandes masas que se identificaron con lo que nosotros hacíamos; fuimos los primeros en estar en el Festival de Orquesta de Barranquilla, del carnaval, en ese entonces fuimos invitados especiales porque no había categoría para lo que nosotros hacíamos y éramos los únicos que interpretábamos este género musical.
Bueno, también dos festivales bastante importantes en los que cualquiera desearía participar: el “Antilliaanse Feesten” que nace bajo la influencia, casualmente, del Festival de Música del Caribe cartagenero. Vino su organizador y se enamoró de lo que se hacía en el evento de Música del Caribe y se creó en Bélgica el “Antilliaanse Feesten” (…) hay una anécdota, me tocó de alguna manera enfrentar a la champeta con el reggaetón porque yo estaba en una tarima al frente de Daddy Yankee y todo el escenario de él lleno y yo decía “creo que vamos a quedar, como dirían allá en la Costa, ‘pelados’”, pero ya cuando empezamos a tocar se llenó la parte donde también estaba sonando la champeta, algo que le da una fuente de alegría a uno y a la vez sabe que está representando a una música que tiene mucho futuro.
¿Cuáles obstáculos se le han presentado al momento de posicionarse en la industria musical en Colombia?
Cuando empezamos con “Ane Swing”, nos podríamos llamar de alguna manera los ‘artistas independientes’, los ‘primeros artistas independientes’ porque todos los que grababan para los 80, lo hacían con multinacionales musicales y nosotros hicimos un trabajo independiente y todas las disqueras nacionales nos rechazaron; de repente, aparece alguien llamado Mateo San Martín de origen cubano, que tenía una disquera en Miami llamada “Kubaney Records”, estaba buscando productos nuevos y Moisés Cruz, manager nuestro que conocía a Mateo, le propuso nuestro trabajo y lo aceptó.
Viene la curiosidad de todo ese proceso, que la disquera colombiana en el caso de Codiscos tuvo que comprarle los derechos a Mateo San Martín para poder difundir el producto de la champeta aquí en Colombia, que nace aquí y se muestra primero a nivel del exterior y luego empieza a posesionarse. La disquera se tuvo que comprometer a llevarlo a Bogotá a los canales de medios que había en ese entonces: Jimmy Salcedo, un programa que se llamaba A Toda Música. Estuvimos también el show de Jorge Barón donde nos dejaron pasar por ahí debajo de la cuerda, pero nos dieron un ‘vitrinazo’ de alguna manera. Ese fue un momento en el que empezamos a vender la champeta.
¿Cómo el ‘Palenquero fino’ ha logrado mantenerse en la industria de la música colombiana por más de 30 años?
Dentro de la música hay algo importante, que es el contenido. Los contenidos son importantes para tocar la sensibilidad de las fibras humanas y si tú logras captar eso en la gente, te pueden mantener mucho tiempo, por eso hay canciones que son eternas porque toca la sensibilidad de los artistas, de las personas. Les dice, les cuenta su historia, de hecho, de alguna manera me han dicho cronista precisamente por narrar anécdotas e historias que se remontan a la vida cotidiana de todas las personas y eso es clave para mantenerse por mucho tiempo.
Para este 2020 ¿Charles King incursionará en otros géneros musicales o mantendrá a la champeta como único género?
Champeta al 100%. A veces nosotros hablamos de fusiones que se dan con muchos artistas, pero yo tengo mi apatía a eso, me refiero a que los contenidos que se hacen para las fusiones no son lo suficientemente buenos para captar la atención de los artistas, algunos funcionan porque pagan mucha ‘payola’ (inversión de altas cantidades de dinero para la promoción), pero no porque los productos sean muy buenos musicalmente, hay que hacer productos buenos.
Siguiendo con los planes musicales, ¿cuándo se tendrá nueva música de Charles King?
Este año hay muchas expectativas, mucha música; tenemos nuevo proyecto que se llama “Los Reyes de la Champeta”, se encuentra Louis Towers, Viviano Torres y este viene con mucha energía, con nuevas canciones como ‘El pum pum’, ‘Chica gomela’, ‘El yeke’.
Para finalizar, ¿qué aprendizajes le dejan estos 30 años de carrera musical?
La música es como la medicina. Nunca se acaba (risas) y tiene que seguir uno aprendiendo día a día y, recuerdo algo que me dijo un amigo del 94 en Medellín: “(…) se aprende todos los días y la gente aprender a cantar ya cuando está vieja”, entonces cuando uno ya tiene una mayor reflexión, sobre todo, empieza a hacer las mejores canciones, si tiene chance, si la vida se lo permite (risas).
(Escucha los últimos lanzamientos musicales del Palenquero Fino)