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"Me crié dentro de la tinta del periódico": Alejandro Galvis Ramírez

Periodista: Paula Andrea Royert Gómez y Kevin Camacho
Correo periodista:
Edición: Andrés Velásquez
Correo de editor:

El diario Vanguardia cumplió 104 años de historia el pasado primero de septiembre. En Plataforma lo celebramos con un texto sobre, escrito hace tres años, sobre uno de los hombres que posicionó no solo el nombre del diario más importante de la región, sino de otros más en todo el país.

Alejandro Galvis Ramírez nació en el seno de un hogar santandereano en la ciudad de Bucaramanga. Su padre, Alejandro Galvis Galvis, no era amante de los colegios religiosos, y por eso el joven se graduó del Colegio Santander en 1960. Galvis Galvis fundó el periódico Vanguardia Liberal en 1919 además de ejercer de político y ocupar cargos como congresista, ministro de Defensa y embajador.  “Me crié dentro de la tinta del periódico”, es la forma en la que Galvis Ramírez resume su infancia, porque en época de vacaciones su padre, de alguna manera, lo obligaba a trabajar en el periódico, en cualquier labor y, además, por oír diariamente en casa conversaciones acerca de todos los problemas de los medios de comunicación en el país.

Galvis Ramírez se graduó como economista de la Universidad de los Andes (1965). Posteriormente viajó a Estados Unidos, y en 1967 se graduó máster en Gerencia y Administración de la Michigan University.¡Y regresó a Colombia para trabajar en el periódico Vanguardia Liberal!

Comentó que: “con mi retiro de dos años en Estados Unidos pensé que si trabajaba en un medio de comunicación como Vanguardia podría ayudar a la comunidad santandereana y, así, hacer de mi vida una cosa importante”.

A su regreso en 1967, a sus 24 años, quedó al mando del periódico, se retiró jubilado en 2014, para cederle la gerencia a una generación joven: su hijo Alejandro Galvis Blanco. Y aunque Galvis Ramírez, tomó distancia de su rol gerencial y directivo, continuó vinculado con el periódico, pero sin tomar una línea de mando, sino como un consejero hasta el día de su fallecimiento el 15 de enero de 2021.

Alejandro Galvis Ramírez logró cambiar el pensamiento individualista de los empresarios santandereanos, pues las agrupaciones no se asociaban; ayudó a generar empleo con la creación de Promisión, en búsqueda de nuevas posibilidades para la región; con la participación de 300 colegas que ahorraban 40 mil pesos mensuales, compraron la Corporación Financiera de Santander, la Fiduciaria Santander, entre otras.

El primero de septiembre de 2019, para celebrar los 100 años de Vanguardia Liberal, Alejandro tuvo que apoyar una decisión de su hijo Alejandro Galvis Blanco, para entonces gerente del periódico: cambiar el nombre del medio santandereano. Básicamente, quitarle el ‘Liberal’, según compartió Galvis Ramírez una decisión que partió de que el Partido Liberal se corrompió y con esto se buscaba que la gente dejara de relacionar al periódico con tal ideología.  

Sin embargo, procuraron que el espíritu liberal del periódico se conservara y se evidenciara en el pluralismo y en la posibilidad de reflejar la diversidad de ideologías políticas de sus columnistas de opinión, tomando con tolerancia las ideas de los demás.

Alejandro se consideraba a sí mismo una persona abierta, consejera, a la que le gustaba ayudar y enseñar a quienes se lo piden. “Sentía la obligación y el compromiso de bregar a ayudarles a los medios de comunicación que no tenían ni los recursos ni la capacidad técnica ni conocimiento de la información”, dijo.

Zoraida Uribe D’silva, quien fuera amiga cercana, compartió que “Alejandro Galvis Ramírez era un excelente empresario que en la parte periodística es importante como en el departamento de Santander. Era un hombre trabajador, íntegro, y de una honestidad a toda prueba. Una persona pendiente de sus hijos y de sus nietos. Lo conocí hace más de 50 años, y era una persona con un gran corazón que estaba siempre dispuesto a ayudar a los de su entorno”.

El camino de éxito

El reconocido empresario fue asiduo asistente a eventos latinoamericanos en los que se compartía información y la dinámica de los periódicos, se comparaban y se llevaba a cabo el Benchmarking, con el ánimo de implementar experiencias exitosas. Un ejemplo de esto fueron los periódicos populares. Bajo esta idea nació Q’hubo. Al descubrir un nicho de mercado de estratos 1 y 2 con la necesidad de informarse acerca de deportes, entretenimiento, farándula y crónica judicial: esta población quería que sus historias locales fueran escuchadas, es decir, la gente deseaba expresar sus problemas.

El diario Q’hubo se asentó en Cartagena, Pereira, Ibagué, Valledupar, Santander y Bogotá. A la par, nacieron los periódicos gratuitos Gente de Cabecera y Gente de Cañaveral.

Sus hijos dieron un salto a las plataformas digitales; Alejandro y Ernesto Galvis Blanco crearon el E-paper para que la gente se suscriba por 9 mil pesos para que lean una parte del periódico y Vanguardia TV.

“Todo medio de comunicación debe tener independencia, decir las cosas sin tapujos; es indispensable que tenga independencia económica para afrontar las demandas y persecuciones de los enemigos”, dijo Galvis Ramírez.

Su padre Galvis Galvis fue reconocido por su carácter y su valor; de hecho, hicieron un libro sobre él: Galvis Galvis o el carácter. Y Galvis Ramírez lo recuerda como un hombre frentero y franco, algo que heredó pues era un hombre que no tenía pelos en la lengua, “si se tienen las pruebas y las fuentes de información se debe publicar y no tapar. Así se gane amenazas, pues es el gaje de estar sentado en el periódico el que da el valor para hacerlo”.

Uno de los pasatiempos era visitar el campo y en La Mesa de los Santos tenía una finca sacaba a relucir su gusto por la ganadería.

Galvis Ramírez se divorció desde la muerte de su segundo hijo Ernesto Galvis Blanco en 2002. El actuar del empresario fue la mayor herencia no solo para sus nietos, sino para la sociedad santandereana, promovía la rectitud en el proceder diario anteponiendo siempre los valores.

Euclides “Kilo” Ardila uno de los periodistas más veteranos de Vanguardia, resaltó que “Alejandro Galvis Ramírez fue un visionario. Aunque supe de él desde que era niño, personalmente lo conocí desde hace poco más de 30 años y doy fe de su tesón, su carácter y su inocultable aporte al emprendimiento, no en vano logró posicionar el denominado 'periodismo regional' creando un emporio de periódicos tales como El Universal de Cartagena, El Nuevo Día de Ibagué y el mismo Q'hubo; y eso sin mencionar al ya centenario Vanguardia, diario fundado por su padre el patricio Alejandro Galvis Galvis. Me agrada de él su liderazgo, el respeto de sus ideas y principios, además de sus aportes para el desarrollo de nuestra tierra santandereana, la cual defendió a capa y espada. Como jefe fue exigente, pero al mismo tiempo generoso; como ser humano un ejemplo a seguir; como amigo podría decir que al menos en mi caso fue un padre inigualable”.


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