A 45 kilómetros de la capital santandereana se encuentra Suratá, un municipio que como muchos otros sufrió con el azote de la violencia.
La comunidad surateña trabaja en procura de la reivindicación de los derechos y la reconstrucción de la memoria histórica para las víctimas del conflicto, en un proceso en el que trabajan articulados la Alcaldía, la Personería, la Mesa de Víctimas del municipio y la Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Bucaramanga.
Y aunque el redescubrimiento del pasado abre de nuevo heridas, son necesarias para las respuestas que buscan las víctimas. Jhon Castillo, personero de Suratá compartió que se asumió su compromiso con los afectados directos desde la ley 1448 de 2011, ya que desde allí se diseñan estrategias, planes, proyectos, instancias y estructuras con las Mesas de Víctimas de cada municipio.
Dentro de labor de recuperación de memoria, el municipio hace parte de la región que sufrió la denominada Operación Berlín y que según recogió la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV): “estación ejecutada por el Ejército colombiano, entre el 19 de noviembre de 2000 y el 5 de enero de 2001, pretendía desmantelar una columna móvil de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc-EP). La operación tuvo lugar en Santander y Norte de Santander, específicamente en los municipios de Suratá, El Playón, Matanza, Rionegro, Floridablanca, Molagavita y Arboledas”.
Fotos: Héctor Mauricio Gómez Mora
Este hecho, que hace parte de la recuperación de memoria en las comunidades de esta región, permitió, por ejemplo, que el investigador y documentalista Nicolás Sánchez realizara un trabajo audiovisual para mostrar qué fue lo que pasó durante este operativo.
Según el realizador, el motivo que inspiró el documental sobre el conflicto en Suratá fue que sobre la Operación Berlín existía una memoria histórica atada a los militares; es decir, ellos se hicieron héroes por ese acto, pero se evidenció que allí existían otros elementos, era cuestionable que fuera una operación heroica, ya que esperaban desmovilizar una columna móvil de las Farc donde tenían aproximadamente 152 niños entre las filas. No existía una memoria distinta a la de los militares.
Sobre la niñez en este trabajo audiovisual, Sánchez afirmó que “no hay una pérdida de la infancia de los niños, sino que hay una infancia en medio de la guerra, siendo esta un escalón social de movimiento para los chicos. En la investigación del documental Operación Berlín, se pudieron conocer a las víctimas reclutadas por las Farc y luego prácticamente emboscados por el ejército. A través de esta se logró recolectar las distintas versiones y así quedó plasmado en el trabajo final”.
Elber Portilla, enlace municipal de víctimas de Suratá dijo que “en el municipio hay en el momento alrededor de 1.060 víctimas de todas las edades, donde trabajan en procesos que les den garantías de una reparación. Son las víctimas mismas quienes cuentan su historia, para que aquellos que no la vivieron conozcan lo que sucedió en su territorio; haciéndolo a modo de reconstrucción del antes, durante y después del conflicto armado, las causas y cómo la población afectada después de esos hechos empieza a vivir nuevamente con tales secuelas”.
Documentar los sucesos, tener una memoria, conocer la historia y comprenderla, es la manera de la no repetición de la guerra en Suratá ni en otros territorios, así lo expresó Portilla; sin embargo, esta narrativa requiere que los escenarios de paz inicien desde los hogares, en articulación con las diversas entidades que velen por la seguridad y el crecimiento en armonía de los niñas, niños y jóvenes.
Ledis Bohórquez Farfán, profesora de la Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Bucaramanga, es quien lleva el proceso de DD.HH, memoria y conflicto desde la academia. Expresó que la base para esta labor en Suratá tuvieron dos conceptos: revisión documental y trabajo directo con la población, posicionando una línea de investigación, a la que más docentes se han ido vinculando.
El trabajo de investigación, documentación y recolección de información en el territorio se comparte en un reportaje audiovisual de 26 minutos sobre la historia del conflicto en la región desde 1985 en el que se recuerda la historia y el trabajo que las víctimas del municipio hacen para garantizar su no repetición.
Este trabajo se puede ver a continuación: