Un periodismo que no debe cambiar en su esencia, donde prima la imparcialidad, la investigación a profundidad, el contrastar fuentes y conocer la realidad de cerca: oler, observar, tocar para poder contar; sin dejar de lado aspectos como la ética y la legislación periodística, y recordar a Ryszard Kapuscinski: 'Para ser buen periodista hay que ser buena persona'.
Nos enfrentamos a nuevos momentos como es el caso del Periodismo de soluciones, un concepto que nace en 2013 para legitimar y extender una forma de contar historias. “Se trata del reportaje riguroso de las respuestas a problemas sociales y sus resultados. Es decir, cubrir un tema que está sucediendo ahora y las consecuencias que está teniendo”.
Pero si miramos hacia otra parte, tenemos el fenómeno de las fake news que tocan las plataformas digitales y se viralizan, pero no solo las noticias falsas están a la merced. El catedrático español José Luis Orihuela las ubica entre un grupo de algo que él llama los trastornos de la información en red, es decir, aparte de la noticia, es la foto, el meme, la información y el video falso, entre otras narrativas que solo se podrán contrarrestar con procesos educomunicativos. Entonces, si le enseño a la gente cómo detectar una información falsa muy seguramente van a detenerse antes que compartirla y esto es un gran aporte. Aplaudo en este aspecto la iniciativa de la Revista Semana con su sección denominada Fake News en la que de forma constante hacen este proceso educomunicativo.
Con todo y su esencia, el periodismo debe continuar con sus cimientos sólidos, pero en este momento se combina de buena manera con diferentes narrativas que nos permiten hacer uso de conceptos que para Orihuela son importantes, como es el caso de la hipertextualidad, la multimedialidad y la interactividad, pero si vamos más allá entonces encontramos otros como la convergencia de medios, los procesos transmedia, hipermedia y crossmedia, pero vemos al storytelling para contar historias que atrapen a un usuario.
El Periodismo debe enfrentarse a estas nuevas dinámicas y desde la academia es justo ceñirse a ellos atendiendo cambios epistemológicos en Facultades y, por ende, procesos de trasformación curricular que permitan ubicar al estudiante en un mundo real y conectarlo entre la teoría y la práctica profesional.
Desde el pasado 1 de agosto nuestro medio de comunicación estudiantil de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Pontificia Bolivariana, en Bucaramanga, asumió el reto de transformarse. Tras 20 años de trayectoria como revista y como periódico impreso, pasamos a una versión 100% digital en la que llevamos cinco meses de ubicar la teoría en torno al ciberperiodismo, con la realidad del proceso estudiantil y de las dinámicas de la ciudad. Ha sido un reto interesante que ha ido desde transformar la misión y visión del mismo, pasando por un rediseño web, tocando prácticas convergentes entre narrativas digitales, sonoras, audiovisuales y otros aspectos como el de darle forma y aspecto agradable a los contenidos que por supuesto deben seguir siento profundos.
Mi llamado hoy es que nos motivemos aun más por esto tan hermoso que es el Periodismo, tenemos muchos elementos para poder contar una buena historia, para presentarla y para conversarla con la audiencia de múltiples maneras, con el fin de que vayamos más allá del problema reporteado, más allá de la información, para que podamos llevar a través de él, desarrollo a una región.