Nos enfrentamos a diario a diversos cambios y transformaciones a los cuales debemos adaptarnos según el entorno así lo vaya exigiendo. A su vez, preparar a las siguientes generaciones ante una situación como la que enfrentamos, en la que una pandemia puso al mundo en pausa y nos obligó a hacerle frente.
Vemos cómo muchos dirigentes, toman medidas necesarias para prevenir el contagio y la propagación del virus, dejando en continuará no solo eventos, sino el rol que cada uno tiene en la sociedad.
Para un periodista deportivo, considero que reinventarse ya no es una opción, es ahora un deber. Si la pretensión es continuar informando en esta sección tan apasionada, si bien, los momentos de crisis proporcionan oportunidades, estos también tienen que servir para abrirnos los ojos.
Es necesario darnos cuenta de todas las herramientas con las que contamos, aquellas que obviamos por hacer uso de las mismas en nuestra cotidianidad, así mismo, generar estrategias en las que mirar atrás no está mal para recordar, en las que mostrarle a las nuevas generaciones el talento de las anteriores se convierte en inspiración, la manera en la que se emitía, el recorrido de muchas estrellas auténticas, juega un factor fundamental que no se ha tenido en cuenta por el afán de la primicia.
El reto que genera esta situación a nivel mundial destaca y resalta cada vez más cuán importante es el periodismo y la responsabilidad que trae consigo. Los medios deben ir de la mano con el mundo y sus transformaciones, cada vez se hace exigente, pues los lectores merecen contenido veraz y de buena calidad mientras depositan su credibilidad mientras se informan a través de él.