El papel de fique
Publicado en Revista | Lunes 16, de Mayo de 2016 | Actualizado el Lunes, 16 de Mayo de 2016![[FOTO 1]: El papel de fique](/media/k2/items/cache/aee44fc32e47f07b5fe3050745ad94ac_L.jpg)
Ajenas a la rapidez con la que se usan las hojas de papel, un grupo de mujeres en Barichara realiza un largo proceso en el que el fique y la hoja de piña se transforman en el lienzo de nuevas historias.
En un viejo edificio donde antes se fabricaban tabacos, Amparo Angarita junto con sus ocho compañeras del taller de papel de la Fundación San Lorenzo, dedican su tiempo a darle vida a una nueva tradición en la que las fibras naturales son las protagonistas.
Una hoja oficio, carta o media carta, elementos de uso diario para la mayoría, requieren un proceso de tres a cuatro meses en los que Amparo ve cómo la materia prima va cambiando para los diferentes sentidos: las cabuyas del fique van perdiendo su textura áspera, al igual que las hojas de piña van perdiendo su forma originaria y su olor se mezcla con el de la lejía, la cual es una mezcla de ceniza y cal.
![[FOTO 2]: El papel de fique](/media/k2/items/cache/aee44fc32e47f07b5fe3050745ad94ac_2_L.jpg)
El oficio del papel ha transformado también la vida de Amparo Angarita, quien antes de dedicarse a esta labor realizaba aseos en casas de familia. Aunque este trabajo le permitía ayudar con los gastos de su casa, no llenaba sus expectativas y no la acercaba a sus sueños de infancia de llegar a ser profesora y de ayudar a los niños.
![[FOTO 3]: El papel de fique](/media/k2/items/cache/aee44fc32e47f07b5fe3050745ad94ac_3_L.jpg)
La oportunidad de cambiar de vida le llegó hace 16 años, tiempo en el que el taller de papel estaba iniciando. Según relata esta mujer, cuya mente desborda creatividad, al principio fue difícil pues nunca había trabajado con estos materiales. Sus habilidades fueron mejorando y aprendió algunas técnicas básicas como el manejo de la regla, cortar o hacer figuras en papel.
![[FOTO 4]: El papel de fique](/media/k2/items/cache/aee44fc32e47f07b5fe3050745ad94ac_4_L.jpg)
Los pasos del preparado de papel los sabe como si fueran innatos, cada detalle lo realiza con destreza y paciencia, especialmente cuando el papel ya ha sido terminado y está dispuesto para hacer todo tipo de artesanías. Según Angarita, la paciencia y la dedicación son propias de este arte, pues aunque el papel se gaste tan rápido su concepción es todo un proceso por el cual se aprenden a valorar hasta las cosas más sencillas.
Todos los días hay algo nuevo que hacer, pues aunque sean los mismos objetos la inspiración no es la misma, las creaciones no son iguales. Ver sus productos es sorprendente pues estas mujeres, como Amparo Angarita, nunca han recibido formación en pintura, sin embargo, pintan lo que les dicta su imaginación y algunas veces siguen algunas ideas que ven en Internet.
![[FOTO 5]: El papel de fique](/media/k2/items/cache/aee44fc32e47f07b5fe3050745ad94ac_5_L.jpg)
Amparo nunca abandonó las esperanzas de poder trabajar con niños y ahora la vida le permite de alguna forma realizar su sueño, pues junto a sus compañeras visitan las veredas aledañas para que los niños dibujen en los papeles que ellas fabricaron y así poder hacer una muestra artística en su taller. En un futuro también esperan poder enseñarles todo el proceso de elaboración de las hojas, pero debido a problemas económicos no han podido realizarlo.
![[FOTO 6]: El papel de fique](/media/k2/items/cache/aee44fc32e47f07b5fe3050745ad94ac_6_L.jpg)