- Periodista: Valeria Acosta Velásquez
- Correo periodista:
- Edición: Joaquin Alonso Gomez Meneses
- Correo de editor:
Un recorrido que revela el presente de un histórico sector de Medellín, donde se callan dramas rodeados de ánimo de lucro.*
Un recorrido que revela el presente de un histórico sector de Medellín, donde se callan dramas rodeados de ánimo de lucro.*
La frase se repite como una sentencia: “si va a la Comuna 14, fijo lo roban”.
Enkelé, voces y tambores. Once mujeres haciendo música afro en la capital santandereana.
Por el COVID 19, el trabajo y los riesgos aumentaron; sin embargo, los sepultureros trabajan día y noche mientras se mantienen a la sombra de la muerte.
Datos recogidos por el Ministerio de Salud (Minsalud) muestran un panorama alarmante. Basados en los reportes de EPS e IPS, en Bucaramanga aumentó en un 64,3% el número de consultas y atención en el sistema de salud mental. Las mismas obedecen a condiciones, alteraciones y anomalías asociadas a desequilibrios de comportamientos y sentimientos.
Mediante las redes sociales se han visto diferentes tipos de contenido compartidos por los usuarios conectados, uno de ellos es el ciberactivismo que se ha vuelto el motivo para la participación social, logrando un beneficio, haciendo uso de las plataformas digitales sobre todo las redes sociales. Los usuarios son la clave de ello, tras la era de los prosumidores (consumidor y productor), han permitido que se generen espacios de valor o con causa, movilizando y organizando diversas actividades desde la red, así como convertirse en un referente o inspiración para los demás.
El zumbido de las balas ha prevalecido en la mente de la señora Waldina Vera Peña. “Hace ya veinte años que ocurrió”, dice ella mirando de manera nostálgica a las montañas de Concepción, un pequeño pueblo colombiano del departamento de Santander, que forma parte de la provincia de García Rovira, reconocido en la región por su economía a base de producción lanar, tranquilo y de gente hogareña.
Fotografía tomada de: sotonorte.blogspot.com
Pasados diez años desde que el puente El Tablazo se derrumbó bajo sus pies, Rubiela Hernández aún recuerda vivamente cada segundo de ese fatídico momento del 2 de marzo de 2011. El accidente que dejó dos adultos muertos, un niño desaparecido y a ella postrada en cama durante un mes entero, sigue presente tanto en su memoria como en su cuerpo y en sus miedos. Una oleada invernal del 2010, la creciente del río Sogamoso, un movimiento tectónico y posible negligencia por parte de Sánchez Construcciones, empresa encargada de reparar el puente, son las causas señaladas por la caída de la estructura.
El Síndrome de Ovario Poliquístico es un trastorno endocrinometabólico que afecta a una de cada quince mujeres en el mundo, según el Grupo de Investigación en Ciencias Biomédicas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Tunja), evidenciándose por diversas causas en el organismo de una mujer.
El departamento de Santander se ha destacado por su cultura, sus hermosos paisajes naturales, las diferentes actividades que se pueden realizar y la variedad gastronómica que se puede encontrar y disfrutar.
Después de los Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964, llegó la generación X, situada entre 1965 y 1979; posteriormente, los Millennials, también conocidos como generación Y, ubicada en 1980 y 1993 . Más adelante, se hizo visible la generación Z, nacidos entre 1994-2009; y a partir del año 2010 llegaron los “Alfa”, quienes son conocidos como la primera generación cien por ciento digital.
Este movimiento social y político que ha logrado revindicar los derechos de las mujeres en el mundo, y a pesar de que estas luchas iniciaron hace más de un siglo, aún siguen vigentes en la actualidad.
Los jóvenes de Santander y su área metropolitana tomaron la decisión de emprender un negocio virtual y pasar a la virtualidad sus antiguos emprendimientos, debido a la pandemia del COVID-19. Según el reporte Emprendimiento Global Monitor Colombia, GEM, la actividad empresarial temprana de jóvenes en Colombia es entre los 18 y 24 años fue de un 17% y la de aquellos entre 25 y 34 años está en 24,3% en Colombia en el año 2020.
El jueves 18 de febrero comenzó el proceso de inmunización en Santander, basados en el Plan Nacional de Vacunación estructurado por el Gobierno nacional; y de acuerdo a la Resolución No. 0327 del 15 de marzo de 2021, el departamento se encuentra en la segunda etapa de la primera fase de vacunación, es decir, la aplicación de los biológicos está dirigida a la población de 60 a 70 años y a los trabajadores de la salud que hacen parte de la segunda y tercera línea.
Las consecuencias del confinamiento y la cuarentena estricta llevaron a muchas empresas a cerrar, a personas sin empleo y a estudiantes a desertar de sus estudios para buscar otras opciones de ingresos para sostener a sus familias. La resiliencia ha permitido que las personas salgan adelante y los actuales procesos de reactivación económica les han permitido un respiro.
Algunos adultos mayores vacunados en el área metropolitana de Bucaramanga no están conformes con el trato, la atención y la organización que se les ha dado por parte de los establecimientos autorizados para colocar las vacunas del Covid-19.
La Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura apuntó que la pandemia causada por el Coronavirus repercutirá en un incremento del hambre y la pobreza en los países de Latinoamérica, los cuales han visto empeorar su seguridad alimentaria en los últimos años y esta nueva crisis podrá impactar de forma especialmente severa a ciertos países y territorios.
Uno de los cambios registrados durante el confinamiento ha sido la manera en la que se desarrolla la maternidad en una pandemia que restringe el contacto físico por lo que el proceso que en muchos casos se ha caracterizado como una “dulce espera” se ha convertido en miedos.
“Mi hija mayor ve al coronavirus como un monstruo que se lleva a las personas”, así describe Javier José Borrero Sánchez la representación del virus por parte de una de sus pequeñas hijas y a quienes la cuarentena les ha dejado momentos difíciles.
“La sensación es como si lo tomaran a uno de los hombros y lo sacudieran. La otra vez estuve en una cueva indígena a 20 metros de profundidad y ese día sentimos que las piedras se movieron y cuando llegamos al pueblo nos preguntaron si habíamos sentido el temblor”, así narra Nelson Ramírez, un guía turístico del municipio de Los Santos, en Santander, para referirse a los temblores que se presentan en promedio hasta ocho veces al día en esta localidad.
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